Capítulo 80
Retomé mi vida y mi trabajo una vez más. Seguí las pautas que el especialista me iba marcando, pero, aun así, muchas veces pensé en dejar el tratamiento y buscar respuestas sin la amnesia que, tal vez, me producían los fármacos. Pensé enfrentarme, una vez más, con aquellos recuerdos que seguían taladrando mi cerebro en pulsos inconstantes y arrítmicos. Pero no tuve valor para comprobar si todo ello formaba parte de mis alucinaciones, o la alucinación era el tipo de vida que llevaba desde que la policía me sacó de la casa del compositor italiano Tito Tamayo.
No lo hice porque, entre otras cosas, yo, en aquellos momentos, formaba parte del personal que trabajaba en el proyecto estadounidense HAARP.
Mi labor se basaba en hallar nuevas frecuencias de transmisión dentro de un proyecto denominado La Décima Clave.