Capítulo 51
Quinn Buckley estaba tumbada en el sofá de su biblioteca. No se había movido de allí desde que se había marchado la policía. Estaba entumecida. Su hermana había muerto. Su marido se había ido. A su hijo lo buscaban por asesinato.
Durante muchos años, Whitney y sus padres habían luchado contra ello. Whitney estaba dispuesta a aceptar la responsabilidad, a decir que Reese era suyo. No temía el escándalo. No temía nada. Sin embargo, sus padres habían decidido otra cosa.
Se había dado la noticia: Eliza Connolly había recibido la bendición de un embarazo tardío. Un milagro maravilloso, y se lo merecían, después de lo que había pasado la familia. Peter Connolly había consolado a su esposa de la mejor manera que un hombre puede consolar a una mujer que sufre, y habían tenido un buen resultado. Un hijo. Por supuesto, Eliza dio a luz prematuramente, dos meses antes de la fecha del parto, pero nadie tuvo objeciones al respecto.
Reese Connolly había llegado al mundo siendo objeto de admiración y de rumores, pero nunca, nunca delante de él. El niño era brillante, precoz, tan guapo, con sus rizos negros dignos de una pintura de Rafael, y su boca de querubín. Los ojos lo asimilaban todo, no dejaban nada sin escrutar. No, no había nada en lo que Reese no destacara.
Quinn se movió suavemente en el sofá. Su castigo en la vida había sido su incapacidad de ser valiente en los momentos adecuados. Debería haber echado a patadas a Jake en el mismo momento en que le había gritado al intentar contarle la verdad. Cuando la engañó por primera vez. La décima. La vigésima. Había perdido la cuenta. Debería haberse enfrentado a sus padres como hizo Whitney. Debería haber insistido en que Reese supiera quiénes eran sus verdaderos padres cuando hubiera tenido la edad suficiente para entenderlo. No, nunca había tenido la fuerza que su hermana poseía en abundancia. Eso era lo que las había separado. Quinn, su compañera de sufrimiento, poniéndose de parte silenciosamente de los mayores, negándose a admitir lo que había ocurrido de verdad.
Sí, ella mimaba a Reese mientras Whitney lo rechazaba. Ella intentó, mientras crecía, compensarlo por las cosas que no le había dado en el pasado. Por eso lo había acogido cuando habían muerto sus padres. Así podría ser su madre, aunque él no pudiera saberlo. Se aseguró de que comiera bien, de que fuera al colegio, le pagó la universidad de medicina. Reese había tenido su parte de la herencia, pero ella no quería que tuviera que preocuparse de la parte financiera. Ya no necesitaba sus cuidados; se había convertido en un hombre.
Un hombre a quien buscaban por asesinato. Dios Santo, ¿qué había hecho mal con él? Se echó a reír suavemente. ¿Qué había hecho bien con Reese?
Sonó el teléfono. Intentó ignorarlo, pero su insistencia consiguió que se levantara y descolgara el auricular. Cuando respondió, el ruido cesó, y nadie escuchó su saludo.
Fuera había oscurecido. Llevaba horas tumbada en aquel sofá. De repente, recordó a los mellizos. ¿Se los había llevado Jake? No había oído sus voces en toda la tarde. No recordaba haberle dicho que se llevara a los niños cuando se fuera aquella tarde. Lo mejor sería que lo llamara al teléfono móvil para pedirle que los llevara a casa.
Marcó el número, y se quedó sorprendida cuando él respondió al primer tono. Intentó ser cortés.
—Jake, te agradecería que me trajeras a los niños ya. Tienen que acostarse. No sé dónde vas a quedarte tú, pero ellos tienen sus propias necesidades, sus propias camas… ¿Qué? ¿Que tú no los tienes? ¿Los dejaste fuera? Oh, Dios mío, Jake, ¿dónde están?
Estaba llorando, corriendo por toda la casa, gritando sus nombres. No había ni rastro de ninguno de los dos niños.
El teléfono sonó de nuevo. Ella se lanzó a descolgar, pensando que era Jake para decirle que sólo estaba bromeando, castigándola por haberlo echado de casa. No, no era él.
La voz del otro lado de la línea era tan suave, tan baja, que apenas pudo oírla. Incluso meses más tarde, juraría que no sabía realmente lo que le había dicho.
—Ven a reunirte conmigo en el claro. Ven a ver morir a tus hijos.