Capítulo 38

Taylor acababa de colgar después de hablar con Quinn Buckley cuando Lincoln y Marcus aparecieron por la puerta.

—¿Qué ocurre?

Lincoln entró en el despacho y se sentó pesadamente. Marcus se quedó en la puerta.

—Tenemos buenas y malas noticias. Acabamos de salir de las oficinas del Buró de Investigación de Tennessee. La muestra de ADN de la violación de Lucy Johnson no coincide con las otras muestras del caso del Hombre de la Lluvia. La muestra tampoco tiene correspondencia con el ADN de ningún otro violador de la base de datos —dijo Lincoln. Abrió la carpeta de un expediente y consultó sus anotaciones.

—Hemos hablado con el hombre contra el que Lucy pidió la orden de alejamiento, Edward Hunt. Es un ex policía que se retiró de la Metropolitana el año pasado y fue a trabajar para una empresa de seguridad muy importante de aquí, de la ciudad. Lo nombraron director, y gana mucho más de lo que ganaba aquí. Bueno, Lucy y él salieron juntos, pero él rompió con ella. Parece que la señorita Lucy es un poco psicópata, al menos en su opinión.

Marcus intervino.

—Por lo que dice Hunt, lo pasaron mal. Él quería dejarlo, y ella estaba desesperada por retenerlo. Para resumir, ella lo acorraló en un bar de Old Hickory, se tomaron unas copas y tuvieron una noche de despedida. Habían roto oficialmente, y él comenzó a salir con otra mujer. Según Hunt, Lucy comenzó a acecharlo, no lo dejaba tranquilo. Él pidió una orden de alejamiento contra ella, y ella respondió pidiendo otra orden de alejamiento temporal contra él. Entonces, Lucy dijo que la habían violado, y Betsy acudió a la llamada. Lucy consiguió que pareciera que había sido el Hombre de la Lluvia. En las noticias han dado suficiente información como para que parezca verosímil.

Marcus entró por fin en la oficina y se sentó, con aspecto de desánimo.

—Quién sabe de quién era el ADN que tenía en el organismo. Hunt nos proporcionó de buena gana una muestra, y la hemos llevado al laboratorio del Buró de Tennessee. La están procesando. Hemos estado persiguiendo a un fantasma.

Lincoln le dio el informe a Taylor.

—Creo que deberías detenerla por presentar una denuncia falsa. Hunt parece un tipo honrado, sólo quiere que Lucy lo deje en paz. Podemos ir a hablar con ella, para que se enfrente a la declaración de Hunt. Si quieres que consigamos una orden de arresto contra ella, lo haremos.

—Hacedlo —respondió Taylor, furiosa—. Nos ha hecho desperdiciar mucho trabajo por su venganza personal. Vosotros habéis estado de un lado a otro a causa de su historia, por no mencionar todo el tiempo que invirtieron Betsy y su equipo. Dios, en el Buró de Investigación de Tennessee… sí, arrestadla. No quiero que suceda este tipo de cosas. Además, quizá con esto la atención de los medios de comunicación se desvíe un poco de la víctima secreta. Por mí, pueden hacer trizas a esta tal Lucy.

—Muy bien, jefa —le dijo Lincoln, y ambos detectives se levantaron para marcharse.

—Chicos, preparad una declaración para la prensa cuando esté arrestada, para que sepan que seguimos adelante. De todos modos van a estar haciendo guardia, y a ella le estará bien empleado que la filmen durante la detención.

Se marcharon, Lincoln silbando suavemente, Marcus con la cabeza alta. Habían hecho un buen trabajo descubriendo el juego de Lucy Johnson, y lo sabían.

Taylor exhaló un suspiro y se levantó de la mesa. Era hora de salir de allí. Tenía que reunirse con Baldwin.