A Marce y a mis tres soles, Gigí, Mili y Roci, por acompañar con paciencia y amor este proceso de escritura.
A mis padres y hermanas, por su apoyo incondicional.
A los que pese al dolor y a las pérdidas se levantan y salen en busca de su paraíso.
A Dios, por hacer de mi vida una bendición.