Agradecimientos

Me gustaría dar las gracias a todas las personas que me han ayudado a escribir este libro, pero muchas me han pedido que no cite sus nombres, pues eso podría acarrearles problemas en sus lugares de trabajo o, peor aún, en los lugares donde viven temporalmente. Quiero expresar mi agradecimiento hacia Byrd Leavell y Carrie Thornton, sin quienes este libro jamás se habría hecho realidad, y a Julian Pavia, que ha realizado una gran labor editándolo. Si el libro resulta poco satisfactorio en algún sentido, será porque yo no escuché lo que me decía con la debida atención. Como siempre, estoy en deuda con Alex Lencicky y con mi mujer, Elisabeth Sher, por su paciencia.