II

Sin ruido, la pompa gelatinosa, tan grande como un balón de fútbol, cayó despacio desde un árbol. Rebotó con elástica suavidad sobre el suelo y, dando lentos botes, fue a parar junto a los pies de Aticus, donde quedó detenida. Cierta parte de la masa esférica abrióse como una vacuola de infusorio, expulsando siete u ocho diminutas esferas fluorescentes; se diría una reproducción por división múltiple, ese proceso donde el núcleo celular, segmentándose en varios, se rodea del citoplasma de la madre para salir. Si la yema de un huevo pudiera fragmentarse y luego, envuelto cada trozo en clara y cáscara, salir, atravesar la capa externa, dando origen a varios huevos de menor tamaño, éste sería un caso de partición múltiple.

Las bolas hijas, muy parecidas a un ojo humano, quedaron flotantes, agrupadas a treinta centímetros del suelo, hasta que, como arrastradas por una desconocida corriente, desaparecieron en direcciones opuestas. El rostro del doctor quedó iluminado por la delicada luz verdosa del recién llegado fofo objeto que le sobrevolaba.