LA «SEGMENTACIÓN ORDENADA» Y LA FORMACIÓN DE LAS «BANDAS CALLEJERAS»
Según Suttles, el rasgo dominante de toda comunidad caracterizada por una «segmentación ordenada» son los grupos de personas del mismo nivel social, misma edad y mismo sexo integradas en «bandas callejeras».
Tales grupos, arguye este autor, parecen «desarrollarse con toda lógica a partir de la fuerte acentuación en las clasificaciones por grupos de edad, la separación entre los sexos, la unidad territorial y la solidaridad de raza[259]». No obstante, Suttles documenta los conflictos que regularmente se presentan entre «bandas» del mismo grupo étnico y reconoce en otro lugar que la diferenciación y la solidaridad étnicas son factores contingentes más que necesarios en la formación de tales bandas[260]. En otras palabras, la clasificación por grupos de edad, la separación entre los sexos y la identificación territorial parecen ser los determinantes estructurales sociales internos decisivos. Más concretamente, un alto grado de segregación entre los grupos por edades significa que, en tales comunidades, se envía a los niños, desde pequeños, a jugar en la calle sin supervisión alguna por parte de los adultos. Este modelo suele agravarse por diversas presiones domésticas. La separación en que se mantiene a los sexos hace que, al llegar la adolescencia, los padres tiendan a recluir a las jóvenes en sus casas, si bien algunas se agrupan por su cuenta en bandas bastante agresivas o simplemente pasan el tiempo «haraganeando» con los muchachos, en cuyas bandas tienden a ocupar una posición secundaria. Como resultado de esta configuración social y aparte de la atención que regularmente obtienen de la policía y otras agencias, a los jóvenes adolescentes en esta clase de comunidades se les deja solos para valerse por sí mismos y tienden a integrarse en grupos que están determinados, por una parte, por lazos de amistad, de parentesco y de residencia próxima o común y, por la otra, por la amenaza real o como tal sentida que les plantea el desarrollo de bandas paralelas en comunidades adyacentes. Según Suttles, estas comunidades tienden a estar fragmentadas interiormente, pero alcanzan cierta cohesión ante las amenazas externas, sean reales o no. Una pelea entre bandas, de verdad o debida tan sólo a un rumor, produce la cohesión más fuerte, mantiene este autor, pues tales peleas pueden movilizar la alianza de todos los varones en una comunidad[261]. Pero profundicemos más que Suttles y veamos de qué manera la estructura de esta clase de comunidades lleva a la producción y reproducción dentro de ellas de la «masculinidad agresiva» como una de sus características dominantes.