CAPÍTULO 65
DE VUELTA EN EL HOTEL, clico en la frase que reza: «Leer más. ¡Ahora!». En la pantalla aparece una frase cuya tipografía se supone que imita la escritura a mano que dice: «¿Qué podemos hacer hoy para mejorar tu vida?».
Conozco el nombre de usuario de Megan (Major345Meg) y su contraseña (LindsAlex9#9). En pocos segundos estoy en la página «Libros, E-Readers, Audio». Mi dedo índice está empapado en sudor. Me tiemblan las manos. Me siento como si estuviera a punto de pulsar el botón que va a provocar una guerra nuclear.
En cierto sentido, podría ser así. Esto será el principio o el fin de mi demencial guerra nuclear privada.
¡Boom! ¡Vamos allá!
Una valiente investigación sobre el sitio web
más importante e influyente del mundo
La Tienda entre bastidores
Un autor anónimo cuenta la verdad
sobre la empresa más famosa del mundo
2020
Entre en el increíble mundo de la Tienda > >
Las manos me tiemblan incluso más cuando clico en descargar. Treinta segundos después, las palabras descarga completa aparecen en la pantalla. Voy al capítulo 1, página 7. Me dejo los ojos y me entra dolor de cabeza tratando de leer la diminuta letra que aparece en la pantalla del cutre móvil desechable. Debo agrandar constantemente el tamaño de la letra y luego volver a reducirlo para pasar al siguiente párrafo.
Pero, en fin, ¿qué más da? Esto es 2020. Es increíble.
Pero ¿qué descubro?
En realidad no se trata de mi libro.
No son mis palabras.
Mi nombre ni siquiera está en la cubierta.
Joder. No es mi libro. Y yo no soy un autor.
Este fraude es un monumental panegírico de la Tienda.
Es una repugnante oda a la genialidad de Thomas P. Owens. El manuscrito incluso sigue refiriéndose a él como «nuestro amado fundador».
Paso páginas y capítulos. Da igual lo que lea: todo es un absoluto cúmulo de sandeces. Dice que la Tienda «ha hecho de América un lugar mejor donde vivir porque lo ha convertido en un lugar mejor donde comprar».
Según esta versión, la Tienda no está interesada en obtener beneficios al menos durante otros quince años (¡y una mierda!). La Tienda lo vende todo al mejor precio del mercado, desde medicamentos con receta a cortacéspedes, pasando por pañales y muebles artesanales Stickley (¡y una mierda!). La Tienda cree en la total discreción y la privacidad de sus clientes. «Sin la confianza de nuestro público no existiríamos» (¡y una mierda al cuadrado!).
Empiezo a pasar páginas como un loco. Reconozco una frase mía aproximadamente cada quince páginas. En general, suelen ser afirmaciones inofensivas como «y esto era parte del sueño de Thomas P. Owens».
Dejo de lado el libro y salto a una página titulada «¿Qué opinan otros lectores sobre este libro?». Leo las valoraciones de 0 a 5.
He aquí un desafío para la Tienda. Este debe de ser el libro más odiado de América.
Un cliente escribe: «En pocas palabras: este libro apesta. Una alabanza aburrida. Le doy un 0 porque el libro es falso, absurdo y estúpido».
Otro dice: «Creo que al autor le ha dado vergüenza incluir su nombre en esta basura. No lo culpo».
Me tumbo en la apestosa cama del hotel. Cierro los ojos. Y entonces…, entonces me incorporo y me siento como si la habitación estuviera en llamas.
Sonrío. La sonrisa se hace cada vez más grande hasta convertirse en una carcajada. No puedo dejar de reírme.
Estoy cansado y tengo sueño.
Y aun así, me levanto de la cama.
Pateo el suelo con los pies como un crío alocado.
¡Ha funcionado! La Tienda ha publicado la estúpida versión espuria de mi libro.