Mejillones con tomate y albahaca
Tiempo de preparación: 20 minutos • Comensales: Para 2 personas
Ingredientes
1 docena de mejillones
1 diente de ajo
1 vaso (de vino) de vino blanco seco
4 tomates pequeños (tipo cereza)
2 cucharadas (soperas) de aceite de oliva
1 cucharada (de postre) de vinagre de Módena
unas hojas de albahaca
pimienta negra recién molida
Elaboración
1 Limpia los mejillones quitándoles todas las “barbas” (filamentos) y ponlos a cocer en una sartén honda junto con el vaso de vino; déjalos hasta que se abran todas las conchas. Desecha los que no se abran y cuela el líquido que quede en la sartén.
2 Lava y seca los tomates y córtalos en rodajas. Pica las hojas de albahaca, agrega un toque de pimienta recién molida; conserva alguna para decorar. Corta y pica el ajo y rehógalo en una cucharada de aceite hasta que esté crujiente.
3 Mezcla el resto del aceite con el vinagre y con un poco del caldo de cocer los mejillones, y bátelo bien con un tenedor para hacer la vinagreta.
4 Desecha la concha vacía del mejillón y separa el molusco de la otra. En el fondo de la concha pon unas rodajitas de tomate y sobre ellas coloca el mejillón. Espolvorea por encima el ajo picado y rocía cada mejillón con un poco de vinagreta. Espolvorea la albahaca y decora los mejillones con una hoja.
5 Sírvelo como primer plato frío o como aperitivo.
Truco: Para limpiar los mejillones, ayúdate de la hoja de un cuchillo por la parte opuesta al filo. Tira de las “barbas” suave, pero firmemente, sujetándolas entre la hoja del cuchillo y el dedo gordo.