Piña asada con helado de vainilla y jengibre
Tiempo de
preparación: 40 minutos más 4 horas de
congelador
• Comensales: Para 4-6
personas
Ingredientes
1 piña
Para la salsa
500 g de azúcar moreno
200 ml de ron
250 ml de agua
80 g de jengibre rallado fino
Para el helado
4 yemas de huevo
200 g de azúcar
½ l de leche
2 palitos de vainilla
1 cucharada (de postre) de Maizena
Para el jengibre confitado
60 g de jengibre pelado y picado
100 ml de agua
100 g de azúcar
Elaboración
1 Prepara la salsa haciendo un caramelo con el azúcar y la mitad del agua y añádele el jengibre rallado, después añade el ron, retirando el cazo del fuego, incorpora el resto de agua y cuece hasta que el caramelo se disuelva.
2 Pon 100 g de azúcar en un cazo con 100 ml de agua para que se disuelva, añade entonces el jengibre (pelado y rallado fino) y deja que hierva, y luego apaga el fuego y deja que se enfríe en el cazo. Vuelve a calentarlo hasta que hierva y déjalo enfriar de nuevo. Repite esta operación 4-5 veces para que el jengibre quede confitado.
3 En un cuenco, bate las yemas junto con el azúcar hasta quede bien mezclado. Pon en un cazo la leche a calentar con los palitos de vainilla y deja que cueza. Coge entonces un cucharón de leche y ve echándolo poco a poco en el cuenco, mezclándolo bien; echa luego el contenido del cuenco en el cazo, así como la Maizena (que habrás disuelto antes en un poco de agua fría), y deja que espese sobre el fuego, removiendo sin cesar con una cuchara de madera. Aparta el cazo del fuego, incorpórale el jengibre confitado y deja que se enfríe, removiéndolo de vez en cuando para que no se forme una especie de piel encima.
4 Cuando esté frío, mételo en el congelador poniendo el termostato al máximo para que se endurezca. Al cabo de 45 minutos, muévelo y vuelve a meterlo en el congelador.
5 Pela la piña y déjala entera. Ponla en una fuente de horno y ásala durante 1 hora a 200 °C, rociándola con la salsa cada 10 minutos y dándole vueltas continuamente. Ha de quedar de un bonito color dorado. Corta la piña en rodajas, con cuidado de no quemarte, y sírvela con el helado a un lado.
Consejo: Antes de ponerla a asar, puedes clavar en la piña unas estrellitas de anís, que le darán un aroma muy especial.