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Cocina vegetariana

Tiene grandes partidarios, en vastos sectores de la opinión, la cocina vegetariana. Yo, particularmente, hijo mío, pienso que la cocina vegetariana es buena para los primeros platos, aunque no más que para los primeros platos. Necesitaríamos cinco estómagos, Eliacim, panza, bonete, libro, cuajar y un quinto estómago sin nombre, para poder decir que la cocina vegetariana es buena del todo, buena para el paladar, buena para los nervios, buena para los músculos y buena para el alma.

La cocina vegetariana, hijo mío, quiebra en sus fundamentos: el hombre necesita envenenarse, Eliacim, para saberse hombre. El hombre es un animal envenenado, quizás el único animal envenenado.

La cocina vegetariana, hijo, es la abdicación, es quitarle a la vida el temor a todas las venganzas, ese emocionados latido, ese isócrono latido.

Tiene muchos partidarios, en amplios sectores de la opinión, la cocina vegetariana. Pero no importa.