parte más oscura de la calle.

Ese miserable canalla... Bandido asqueroso... Moodson agarró por un brazo a la sirvienta.

Zoé, ¿qué diablos ha pasado aquí? preguntó.

Había un ladrón en su dormitorio, señor. Fui a prepararle la cama y me lo encontró, revolviéndolo todo... Al verme, escapó por la ventana... Me pareció que se llevaba un fajo de papeles.

Moodson apretó los labios.

Ya me imagino qué vino a buscar el ladrón dijo.

No serían mis documentos supuso Bridget. Moodson se volvió hacia la muchacha.

Más le habría convenido, en todo caso, quemar los archivos del municipio. A fin de cuentas, ahora ya dónde están los legajos que cuentan la historia de la mina y del pozo sin fondo declaró.

El ladrón destruirá esos papeles, sin duda.

No importa. Ya le echaré el guante.

¿Seguro, Tony?

Apostaría doble contra sencillo a que no pasa de mañana sin que haya caído en la trampa.

¿Qué trampa? preguntó ella.

La que voy a tenderle, con un cebo que le atraerá sin que pueda resistir la tentación

contestó el joven firmemente.