Acometido por un repentino presentimiento, Moodson saltó hacia adelante justo a tiempo de asir el extremo de la cuerda, cuyo garfio había soltado alguien de la cerca del pozo.
El garfio cayó agitándose como una serpiente viva y descendió hasta que la cuerda, sujeta firmemente por las manos del joven, detuvo su caída. Moodson, estupefacto, pese a todo, se quedó como una estatua, con la cuerda pendiendo inútilmente hacia abajo.
Bridget se puso las manos en la boca, para no gritar, por que se daba cuenta de que el regreso a la superficie era imposible.
* * *
No llegaba el menor sonido del exterior, salvo un distante rumor de! oleaje que batía las rocas de la costa. Durante unos momentos, Moodson continuó en la misma postura.
Luego, rehaciéndose, tiró de la cuerda e izó el garfio hasta la cueva.
—Lo han soltado, no cabe duda —dijo sombríamente.
—¿Quién, Tony? —preguntó ella con tono afligido.
—¿Es que no se lo imagina?
—¿Dohane?
—No puede ser otro. Nos ha visto venir y, dándose cuenta de que descendíamos al pozo, ha tratado de evitar nuestra vuelta a la superficie.
—Podía habernos disparado algunos tiros y habría acabado antes —dijo Bridget.
—Los disparos se habrían oído, pero, además, no nos hubiera alcanzado, porque estábamos dentro de la cuerda. Ha optado por la solución más cómoda para él: abandonaron aquí.
—Sin posibilidad de regresar...
Moodson sonrió de una manera extraña.
—Bridget, ¿qué hay en Seaside Plain que pueda tener un interés económico? — preguntó.
Ella pareció vacilar un poco.
—Nada...
—¿Seguro?
—Bueno... Dohane quiere revender las tierras a una organización constructora... Parece que tienen intenciones de edificar aquí... Es un paraje muy hermoso, con unas vistas preciosas al océano...
—Y terriblemente inhóspito en el invierno, cuando ruge la tempestad y los vientos del Noroeste barren el páramo.
—Hay gustos para todo, Tony —alegó ella.
—Sí, y los míos consisten en pasar el invierno en un lugar soleado y cálido, las islas Canarias, por ejemplo.
—No ha hecho realidad sus sueños, viniéndose a Buthbury.
—Necesitaba descanso auténtico, en un lugar donde no hubiese aglomeraciones, aunque fuese en mal tiempo. ¿Piensa usted vender Seaside Plain, si gana?