Se ha marchado. Ha mejorado por completo y dijo que se iba, para ver si conseguía duplicados de los documentos que le robaron.

De pronto, Bridget hizo un gesto de desaliento.

A veces no entiendo cómo se me ocurrió meterme en este pleito sin sentido...

¿Por qué lo inició usted? preguntó el joven.

Parte de esas tierras pertenecieron a mi abuelo. Nunca tuve demasiado interés en la propiedad, pero un día, Paxton me habló del buen negocio que podría ser la cría de varios miles de ovejas.

El buen Paxton nunca me dijo nada sobre el particular. Más bien diría que trató de desviar la cuestión.

Acordamos llevar las gestiones en secreto. Otros podrían pensar lo mismo y estropearnos el negocio.

Comprendo. De modo que parte de esas tierras pertenecieron a su abuelo...

Sí, encontré algunos documentos y Barnand inició las primeras gestiones. Dohane se enteró entonces y ahí empezó el pleito.

Ciertos asuntos legales, a veces, se enredan como si fuesen las cerezas de un cesto sonrió el joven. Pero, a pesar de todo, no considere nada perdido todavía. Y hablando de otra cosa, se ha enterado de la catástrofe, supongo.

He oído ruidos y hasta he percibido un ligero temblor de tierra... ¿Qué ha pasado exactamente, Tony?

Alguien intentó asesinarme...

Moodson explicó lo que había ocurrido en la mina y concluyó: La leyenda sobre el túnel era cierta, pero ya no existe, porque se ha hundido. Casi parecía obra de brujería, sentir la propagación del derrumbamiento hacia el pozo de los acantilados. Incluso vi salir una polvareda del pozo, lo que significa que el túnel terminaba en aquella cueva.

Sí, pero ¿qué utilidad tenía?

Posiblemente lo sepa dentro de un día o dos contestó él.

¿Cómo, Tony?

Consultaré los archivos del ayuntamiento. Algo tiene que haber sobre ese túnel. Y empezaré hoy mismo.

la voz de Zoé se dejó sentir de pronto al otro lado del jardín:

¡Señor Moodson, venga, pronto! Acaban de traer una carta urgente para usted. Moodson, extrañado, se despidió de la muchacha. Momentos después, tenía en las manos un sobre, que rasgó nerviosamente.

Dentro había una cuartilla con unas pocas palabras:

Por favor, es muy urgente. Ven cuanto antes. Edith.

El joven dudó unos instantes. Luego, con paso rápido, echó a andar en dirección a The Red Cave.