113

Tras esquivar los atascos, Mazarine, Pascal y Sienna llegaron al aeropuerto a tiempo para despedirla. Sara los esperaba en la puerta de salida. Estaba serena y feliz.

—Toma, abuela, te he hecho un dibujo para que te acuerdes de mí.

—A ver…

Mazarine lo cogió antes de que su hija se lo entregara. El trazo era perfecto… le faltaban los pies.

—¿A dónde vas, abuela?

Sara Miller abrazó a Sienna y la besó.

—Al paraíso, cariño… al paraíso.