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Marzo 29 de 1936
Querido Estrada: Ando escaso de papel, de dinero, de esperanzas y qué sé yo. Usted había quedado en escribirme cuando regresara de Jujuy, acontecimiento ya producido, a lo que creo. Sabe Ud. qué importancia tienen para mí su persona —y sus cartas. Voy quedando tan, tan cortito de afectos e ilusiones, que cada uno de éstos que me abandona se lleva verdaderos pedazos de vida.
Abrazos
H. QUIROGA