TEODORO

Es nombre muy común: Diógenes Laercio (II 104) habla de un epigramatista así llamado.

444 (VI 282)

Un efebo (cf. el 425 de Teodóridas), al terminar su servicio como tal, a los veintiún años, ofrenda al dios patronal de estos muchachos, Hermes, varios utensilios: el sombrero impermeable (cf. el 212 de Asclepíades; hemos visto un gorro del mismo material en el 139 de Leónidas); la raedera para limpiarse, después de los ejercicios, la costra de aceite, polvo y sudor formada en el cuerpo; la clámide (cf. el epigrama citado de Asclepíades) empleada en el deporte o después de él y manchada como consecuencia de ello; el broche que la sujeta (cf. el 19 de Perses); la pelota utilizada en los ejercicios, no de modo infantil como en el 129 de Leónidas; y las armas, sobre las cuales es de advertir que el nombre de las arrojadizas es distinto del que aparece en el 370 de Teócrito, por lo que pudimos haber empleado el semisinónimo las jabalinas.

El sombrero de fieltro hecho en lana de oveja cardada

con cuidado, ¡oh, Hermes!, Calíteles te ofrenda

y el broche de dos alfileres, el arco bien tenso,

la raedera y la vieja clámide ya sudada,

los venablos, la usada pelota. Recibe estos dones,

señor de la efebía que disciplina enseña.