FILIPO

Se trata de Filipo V de Macedonia, nacido el 238, rey entre el 221 y el 179, hijo de Demetrio II, nacido hacia el 275, rey del 239 al 229; buen militar, pero que contribuyó involuntariamente a la expansión romana por las enemistades que suscitó entre los pueblos griegos. Cf. también 750.

557 (Plut. Vita Flam. IX 3)

Ct. el 537 de Alceo.

Sin corteza, viajero, y sin hojas clavada está en esta

colina la alta cruz de que colgará Alceo.

558 (XVI 6)

Jactancioso epigrama en que Filipo, si realmente es de él un texto tan inmodesto en tal caso, tras hacer una hiperbólica alusión a su poderío (la Europa a que se refiere hay que limitarla en todo caso a Tracia o, todo lo más, los Balcanes), ofrenda despojos capturados a los Ódrisas (cf. el 77 de Nicias) y a su rey Ciróadas, de quien no tenemos otra noticia. Se ha pensado que el texto puede referirse a la campaña que, según Polibio (XXIII 8, 4) y Tito Livio (XXXIX 53), realizó el rey en el 183, pero se ha objetado que, después de la derrota y humillación de Cinoscéfalas (cf. el 537 de Alceo), tales alegatos resultarían ridículos; puede tratarse de una expedición del 204. La diosa Enodia o de las encrucijadas puede ser Artemis, Perséfone o Hécate (cf. el 416 de Hegesipo).

El dueño de Europa, nacido del bravo Demetrio,

el que manda por mar y por tierra en los hombres

como Zeus en los dioses, a Enodia despojos ofrenda

del valiente Ciróadas y de sus hijos y de

la Odríside entera; y con ello se eleva de nuevo

hasta el divino trono la gloria de Filipo.