[AHORA SERÍA TIEMPO…]
Ahora sería tiempo de que salieran dioses
de las cosas habitadas…
Y que echaran abajo los muros de mi casa.
Página en blanco. Solamente el viento,
que alzaría tal página volteándola,
se bastaría para revolver el aire como un terrón de tierra:
¡un nuevo campo para la respiración!
Oh dioses que vienen a menudo,
oh dioses dormidores en las cosas,
que amanecen gozosos
y se lavan el cuello y la cara
en fuentes que nosotros suponemos
y que ligeros donan su indolencia
a lo aparentemente pleno, a nuestra vida plena.
Que ocurra otra vez vuestra mañana, dioses.
Nosotros repetimos, pero sólo vosotros sois origen.
El mundo se levanta con vosotros
y un comienzo ilumina
cada grieta de nuestro fracaso…
Muzot, octubre de 1925