[TÚ QUE POR MEDIO DE ELLAS…]
Tú que por medio de ellas —las noches— me encumbraste,
¿no es como si tú, ilimitado,
me hubieras conminado a más sentir
del que yo puedo concebir sintiendo?
Ah los cielos son fuertes desde aquí:
cual llenos de leones que vencemos incomprensiblemente.
No, tú no los conoces, porque temen
y salen a tu encuentro intimidados.
París, otoño de 1913