PARA LULÚ
Mírame, yo no soy, pero si fuese,
sería el centro mismo del poema,
la exactitud aquella que la vida,
no sentida, imprecisa, contradice.
Mírame: yo no soy. Porque los otros son.
Mientras unos van ciegos al encuentro de otros,
insertos en el más olvidadizo de todos los deseos;
yo entro callado en el vacío perro, en el niño rollizo.
Si yo me transfiguro a fondo en ellos,
a su través se advierte mi apariencia…
Mas de repente ingresan en sí mismos de nuevo:
porque no soy. (Querida, si yo fuese…)
Munich, octubre de 1914