[COMO EL ASTRO, LA LUNA…]
Como el astro, la luna, que sublime,
y del todo oportuna,
desborda de improviso las alturas,
serena, consumando el bosquejo de la noche;
así mana de mí tan puramente,
desbordando las montañas de Nunca-más, la voz,
para que los lugares sorprendidos
en los que tú estuviste, de los que te marchaste,
ahora más claramente se duelan hacia ti.
Otoño de 1913