MI DEMONIO
En su elemento está entre turba de malvados.
Volando entre humeantes nubes,
ama las fatales tormentas,
la espuma de los ríos, el fragor de los bosques.
En medio de amarillentas hojas caídas,
se alza su inmóvil trono.
Allí, entre vientos enmudecidos,
triste y sombrío se sienta.
Infunde la incredulidad,
desdeña el amor puro,
rechaza todas las oraciones,
contempla con indiferencia la sangre,
y el sonido de los sentimientos elevados
ahoga con la voz de la pasión.
Y sus ojos no terrenales temen
la musa de la dulce inspiración.