PRIMERA PARTE: LOS ORÍGENES CLÁSICOS DE LA AUSTERIDAD
PRIMERA PARTE: LOS ORÍGENES CLÁSICOS DE LA AUSTERIDAD
John Locke: «El consentimiento de los hombres ha convenido en una posesión desproporcionada y desigual de la tierra»[*]
John Locke estaba llamado a ser uno de los más célebres filósofos de Inglaterra. Elaboró su obra tras finalizar la revolución inglesa del siglo XVII y su principal preocupación habría de girar en torno al establecimiento de los fundamentos apropiados de la gobernación civil. Más que un ejercicio de filosofía de sillón, lo que viene a hacer Locke en sus escritos es una esencial propaganda en favor de las clases mercantiles entonces emergentes, unas clases que, poco a poco, estaban arrebatando el poder a las élites aristocráticas británicas. En realidad, Locke formaba parte de un movimiento que terminaría desembocando en la revolución Gloriosa de 1688, que arrebató el poder al rey para entregárselo…; efectivamente, a personas como el propio John Locke.
Además de ser un filósofo dedicado a reflexionar acerca de los derechos de los ciudadanos asociados en una comunidad política y sobre los límites del poder que han de ejercer los monarcas que tratan de gobernarlos, Locke era también un revolucionario del pensamiento económico. Locke vendrá a fundar su idea de lo que es una gobernación legítima en los derechos del individuo a la propiedad privada, sin los cuales no puede existir forma alguna de liberalismo económico, no puede haber separación entre el estado y el mercado y no podría haberse alumbrado un capitalismo como el que hoy conocemos. Su concepción de la vida política y económica quedaría esbozada en su Segundo tratado sobre el gobierno civil (publicado en 1690). A fin de poder dar nacimiento a la separación que deseaba generar entre el estado y el mercado, Locke tendría que asumir varios cambios, ya que era preciso argumentar que la desigualdad de los ingresos y la riqueza poseía un fundamento natural, había que legitimar la propiedad privada de la tierra, se tenía que explicar el surgimiento de los mercados laborales, y se hacía preciso desvincular a la intención política del invento de un instrumento económico denominado dinero, que era a fin de cuentas el que hacía que todo eso resultara posible. El fundamento del liberalismo de Locke es en realidad el de un liberalismo económico decidido a enfrentar al individuo con el estado. Y este es también el punto en el que arranca la historia intelectual de la austeridad.