CUERPO Y ALMA
El Loa se asemeja a los santos cristianos en que una vez fue persona que tuvo una vida excepcional y está consagrado generalmente a una sola responsabilidad o tiene una cualidad especial.
Curiosamente, para el cristianismo la existencia de los loa es una señal de superstición primitiva. Los académicos ven el monoteísmo como la forma más alta de evolución religiosa simplemente porque aparece en una etapa de la evolución cultural posterior a la del politeísmo.
Es por ello que las religiones monoteístas han buscado asegurar su parroquia a través de estrictas prohibiciones. Para el Islam, el mayor pecado posible es el politeismo: “¡Oh hijo mío! no asocies a Dios con otras divinidades, que esta asociación es una gran iniquidad”. Quien preguntaba al Profeta cuál era el mayor pecado, recibía la siguiente respuesta: “Atributir asociados a Dios.”
Para marcar claramente la diferencia, los demonios admitidos por la tradición occidental tienen determinadas características corporales. Según Cornelio Agrippa y otros, se sitúan en una posición intermedia entre lo ‘totalmente físico’ y lo ‘totalmente espiritual’, formados por algún tipo de vapor o éter. Este cuerpo etérico, aunque más libre y menos constreñido por los límites físicos que el nuestro, sin embargo, se encuentra limitado por el tiempo y el espacio, aunque de una manera diferente. Por ejemplo, muchos demonios son capaces de ver el futuro. Su ayuda es útil, sin embargo, para influir en personas y eventos cuyo acceso es muy difícil o imposible para un ser humano.
En torno a un círculo, los miembros del colectivo se disponen a recibir la presencia espiritual de su dios, Lucifer, el señor de los infiernos.
La existencia de este “cuerpo” sería la explicación de por qué sustancias físicas, como la sal, afectan a los demonios. Tradicionalmente, la sal se utiliza para protegerse de los demonios, ya que se supone que la detestan, y no debe haber presente ni un solo grano de sal en el lugar donde se celebren ceremonias diseñadas para atraerles. No obstante, existe una explicación simbólica para esta particularidad. La sal es antidemónica porque es un conservante. Puesto que los demonios son presentados por la tradición occidental como criaturas que corrompen y destruyen, cualquier cosa que tenga una cualidad preservativa es contraria a su naturaleza y les desagrada profundamente.
Alejándonos temporalmente de interpretaciones simbólicas, lo cierto es que si tienen cuerpo necesitarán algún tipo de alimento o similar. Según los neoplatónicos y la brujería moderna, podrían obtener su sustento de la sangre, la carne y, en ocasiones, del acto sexual. A pesar de que pensemos que todo esto no es sino el refinamiento de una superstición grosera, lo cierto es que cualquiera que haya estado en un lugar donde ocurra un fenómeno de tipo poltergeist sabe que algo está moviendo esos objetos y responde de forma inteligente. Esto implica la existencia de un “cuerpo” entendido, eso sí, de una manera muy amplia. Agrippa y sus colegas teorizaban basándose en las experiencias observadas en el ejercicio de sus prácticas mágicas. Por supuesto, los entendidos en parapsicología pueden objetar que los poltergeist son provocados por el subconsciente de adolescentes perturbados y amas de casa postmenopáusicas. Es una explicación tan posible y tan incomprobable, en principio, como la anteriormente apuntada. Sin embargo, cabe señalar que cuando existe un poltergeist en un determinado lugar, el fenómeno se sigue dando incluso cuando no hay nadie en él (ha habido grabaciones de audio y vídeo que lo atestiguan) o cuando cambia de inquilinos o propietarios.