RAÍCES AFRICANAS
Sin embargo, existen otros rituales en los que se requiere, como paso previo a la ejecución, un largo periodo de purificación y sacrificio, así como la creación ritual de las herramientas apropiadas para llevar a cabo la liturgia. En el caso del ritual atribuido a Honorio III, este proceso se extiende a lo largo de un mes. Esto constituye un innegable paralelismo con los rituales mágicos afrocaribeños practicados diariamente en cada gran ciudad del hemisferio occidental. Estas religiones llevan camino de convertirse en un pujante fenómeno espiritual que ya ha trascendido con creces las fronteras geográficas y culturales que lo vieron nacer. Tan solo en los Estados Unidos se estima que existen unos cinco millones de practicantes de la Santería.
La Santería no es una religión arcaica. Es una fuerza vibrante con quinientos años de historia ininterrumpida en el hemisferio occidental y cuyas raíces africanas son por lo menos tan antiguas y profundas como las del cristianismo.
Sus practicantes se cuentan por millones a través de los Estados Unidos, el Caribe, Sudamérica, América Central y Europa. Hay Vudú en Haití, Macumba en Brasil y Candomblé en las costas del Norte de Sudamérica. Sus adeptos proceden de todos los estratos sociales; doctores, abogados, políticos, ladrones y prostitutas. Todos ellos buscan obtener el poder de controlar sus propias vidas y conducirlas según su criterio. Los sistemas de creencia tradicionales del mundo occidental no proveen de una participación emocional directa en los misterios de vida, por lo que cada vez más gente busca respuestas en el vibrante ritmo de los tambores santeros. Es una religión de trance, de misterio, de posesión, sangre y sexo. Poco se puede hacer desde las páginas de un libro para trasmitir la verdadera esencia de esta liturgia. Si de verdad se quiere conocer la santería hay que acudir a las ceremonias, hacer una ofrenda y bailar al son de los tambores. El color de la piel o el lugar de nacimiento no son barrera. Los dioses antiguos reconocen a los suyos.
La mandrágora femenina, la planta maldita y una de las “armas” más poderosas y mágicas de la brujería, en una imagen única de la Universitats Bibliotheck de Bâle.
La Santería, o más correctamente, La Regla de Ocha, es una religión originaria de África. Fue llevada al nuevo mundo por los yorubas de la costa occidental de África en lo que hoy en día son Nigeria y Dahomey, una zona en la que la actividad de los traficantes de esclavos fue especialmente intensa. Cuando los africanos llegaron a América, tuvieron que adaptar su religión para continuar practicándola evitando el control de los blancos. Enmascararon a sus Orishas (las deidades de la religión yoruba) haciéndoles adoptar la identidad de santos cristianos. Los dueños de las plantaciones asumieron que los esclavos se habían convertido en devotos católicos cuando en realidad seguían adorando secretamente a sus Orishas.