LOS DILETTANTI

Desde Italia, sir Francis visitó Turquía, Dinamarca, Grecia, Asia Menor y Rusia. Durante este recorrido adquirió una marcada afición por las artes y los atuendos lujosos. En Rusia su dudoso sentido del humor volvió a dar señales de vida cuando se le ocurrió presentarse en la corte real en San Petersburgo disfrazado de rey de Suecia, uno de los grandes enemigos de Rusia. No parece que esta extraña ocurrencia supusiera un problema durante su estancia en Rusia, de hecho incluso se rumoreaba en la corte que Dashwood era un asiduo visitante del lecho de la Zarina Ana.

Al regreso de su viaje, sir Francis se dedicó a restaurar y sacar adelante las propiedades familiares en West Wycombe. Llevó a Giuseppe Borgnis, un afamado pintor milanés para que trabajase en su casa, algo que hizo durante el resto de su vida, siendo el trabajo finalizado a su muerte por su hijo Giovanni. En el techo del gran salón mandó pintar un gran fresco de la admisión de Psique en los reinos de los dioses, basados en una pintura de Rafael. La zona del comedor tenía como tema el triunfo de Baco y Ariadna, basado en la pintura de Caracci que se encuentra en el Palazzo Farnese de Roma, mientras que la sección central del techo de la galería tenía un fresco que representaba a Baco coronando a Ariadna.

Finalizada la restauración de la mansión familiar, sir Francis fundó una sociedad llamada Los Dilettanti. Reunió a un grupo de entusiastas por las artes que pronto obtuvieron una gran reputación de profundos conocedores y críticos fiables. Cuando la sociedad hubo adquirido prestigio y fondos suficientes, sir Francis comenzó a promover expediciones, enviando arquitectos y proyectistas que examinaran y dibujaran reconstrucciones de ruinas clásicas a punto de desaparecer.

Desde la década de los setenta del pasado siglo, la moda de la brujería, de las misas negras y sus liberales rituales se extendió como la pólvora entre una sociedad deseosa de nuevas experiencias.

Había, sin embargo, un lado oscuro en las actividades de los Dilettanti. El uso de diferentes disfraces era una característica de las reuniones del grupo y a menudo llevaron a cabo falsos rituales religiosos (misas negras, en esencia). Después de sus reuniones y rituales, la sociedad celebraba un banquete dedicado a los dioses clásicos, comiendo y bebiendo mientras discutían de temas artísticos. La caja que contenía el libro de actas y las cuentas de la sociedad era llamada “Tumba de Baco” y tenía la forma de un sarcófago romano en miniatura. El artista George Knapton, miembro del grupo, fue el responsable del diseño de su tapa.