El humor:

Agarra el humor y retuércele el culo.

Dos clases de árboles:

Las hayas y las no hayas.

Los escritores célebres:

Esta nota biográfica le curriculumviteó por completo.

Historia de Francia:

Los hunos soltando doses llegaron a Troyes de cuatro en cuatro.

Causa de la gran inteligencia de los sodomitas:

Nunca confunden el culo con las témporas.

Anatomía I:

El ujo del colo.

Anatomía II:

El beato urinario.

El océano:

No carece de salor ni de cuavidad.

Debilidad humana:

La loca aporta un anuscrito.

Antología del humor negro:

«Pedid y se os dará» (Lucas, XI, 9).

Rareza:

Los pintores que peintan peines.

Manjar de elección:

El caldo caldeo de puerros con puerco.

Dios:

El no-ser que más ha logrado que hablen de él.

Al son del cuerpo:

Buena cagalera, cara culo.

Esnobismo:

Llevar siempre una camisa sucia el domingo.

Esnobismo:

Pedir que te sirvan un walter-scott con hielo.

Ambición I:

Elevar el retruécano a la categoría de suplicio.

Sinsabores y género:

¡Ah! ¡No valía el pene ir!

Urología:

Los cálculos venales.

Gallinero:

Pocos pollos empollan.

Necrofilia:

El atún va a la tumba.

La muerte:

Lo débil del fuerte.

Ajedrez:

Evitar el mate con el empat-agonía.

Por la paz del mundo:

Los estados deberían tener varios haces en la manga.

Del uso de las palabras:

Quieres camembert pero no le dices a un camembert: te quiero.

Ginecolo-cal:

Los alquileres son rencintos que siempre paren a término.

El resfriado:

El bárbol donde buere esta berbena.

Cortejar a una mujer:

Dame coño y dime tonto.

El virtuoso:

Va por lalma y sale armonía.

Sahariana:

Las mujeres tienen todos los meses sus almohades.

Así:

San Francisco de Entras.

Mirar la realidad de cara, aunque sea desagradable:

«Es preciso admitir que se estudia poco el gótico en Francia».

(F. Mossé, Manual de lengua gótica, pág. 9)

Contribución a la historia de la filosofía:

Una vez que Hume hubo inventado el humor,

Hegel deshegeló el concepto.

Contribución a la historia de la poesía francesa del siglo XIX:

«La expulsión de los huevos se lleva a cabo por una abertura accesoria especialmente destinada a la puesta en los parnasianos».

(Léon Binet, Escenas de la vida animal, París, 1933, pág. 147)

Contribución a la historia del arte:

«El hombre de la buena sociedad no debía hacerse el cubista».

(G. Depping, Maravillas de la fuerza y la habilidad, París, 1871, pág. 152)

El derrotismo tras una derrota:

«La disciplina militar expira a 142 m 133 sobre el nivel del mar».

(G. Depping, loc. cit., pág. 167)

Aritmética afectiva:

El amor: 1 + 1 = 1.

El orgullo: 1 x 1 = 10.

La vanidad: 0,1 x 0 = 10.

El complejo de inferioridad: 1 x 1 = 0.

El complejo de Edipo: 1 + 2 = -2.

La angustia: 1 x ∞ = 13.

La voluntad: 0 x ∞ = 0,01.

El crimen: 1 + 1 = 1 + 0.

La justicia de los hombres: (1 + 1) (0 + 1/2) = 0 + 0. El misticismo: 1 x ∞ = 7.

La gilipollez: 1/∞ = 0.

La fe: 3 = 1.

La caridad: 1000 - 1 = 999.

La esperanza: x = 15 000 000.

La avidez: 1 + 1000 = 1,08.

La lujuria: 1 + 1 = 32.

La cólera: 1 x 1 = 36.

La avaricia: 1000 + 1000 = 0,25.

Todo lo que se debe saber sobre la cuestión:

«POUEUN, PHOUEUN, PHOUON o MUONG-PHOUOM, población del Laos anamita, organizada antaño en un reino, tributario del de Vien-Chan. Las aldeas poueun son de una notable suciedad».

(Nuevo Larousse Ilustrado, t. VI, pág. 1053, col. 3)

El humor:

El humor es un intento de lijar la gilipollez de los grandes sentimientos.

El gran público:

Va caliente, Descartes. ¡Va caliente!

Un rabioso:

En cuanto se sentaba a la mesa, buscaba el gran bollo.

Moraleja:

Cuatro ojos ven más que tos.

Aritmética deportiva:

El campeón del décimo de kilómetro.

Meditación:

Mis reflexiones se reflejaron en las paredes de mi cráneo y se volvieron más reflexivas.

Las patitas I:

Los tejados de París, tendidos de espaldas con sus patitas al aire.

Las patitas II:

El cuerpo de baile avanzó fogosamente con sus patitas.

Las patitas III:

Los gusanos de la tumba, con sus patitas…

Las patitas IV:

Don Juan, metiendo sus patitas en tantos follones.

Las patitas V:

Le subió la mosca a la nariz, con sus patitas.

Las patitas VI:

Puso botas de siete leguas a sus patitas.

Las patitas VII:

Tras siglos de investigación, acabaron advirtiendo que el triángulo rectángulo isósceles tenía patitas.

Las patitas VIII:

Las patitas de gallo clavadas en el rabillo del ojo…

Las patitas IX:

Habría sido un guijarro muy ordinario de no ser por sus patitas.

Las patitas X:

Tras haberlas untado de mantequilla, el gran cocinero espolvoreó de parmesano sus patitas (y advirtió que se le había caído una ese).

Las patitas XI:

La agonía, con sus patitas… por muy grandes que sean los patagones.

Las patitas XII:

La cantante desgañitándose pataleaba con sus patitas.

Bucolismo:

Mi pozo es un gozo, dice el mozo sin bozo.

Filósofos y putas:

El uno permitió llamarlas peripatéticas y el otro, respetuosas.

El nervio necróptico:

Permite ver los fantasmas.

La manzana del Paraíso Terrenal:

¡Es la pera, qué angustia!

La incredulidad de santo Tomás:

Le apodaron santo Tomás de aquí no.

(Juan, XX, 27-28)

Mal estilo:

Los alcoholitruécanos.

Gastronomía de la franqueza:

Tartas sobre el capete.

Geometría en el espacio:

Un guisante: la pocosfera.

Una miga de pan: la panisfera.

Un erizo: la herisfera.

Un cráneo: la servosfera.

Una corteza: la perisfera.

Una vida:

Nacido en… nada.

Boca: bulo ario I:

Vir-hola (vè-rol’ orig. german. cf. ingl. baúl, acarrear) n.f. Mar. nombre que se da, en La Mancha y especialmente en el puerto de Le Havre, al retorno de marea que da de través en los espigones.

(Nuevo Larousse Ilustrado)

Boca: bulo ario II:

Hécate n.f., conjunto sólido de materia fecal de forma piramidal que se forma en un pozo negro.

(Nuevo Larousse Ilustrado)

Ensoñación en Kœnigsberg:

Se decía: «Más tarde… Kant, haremos».

Morir:

Crear gusanos.

Los consejos del doctor:

Busquemos el urinio.

Un tiempo dos movimientos:

El subprefecto de constrictivo.

Es la vida:

Si el pájaro crudo hace pío, ya no lo hace cocido.

La duda y el bosque:

Ni ciervo, ni Fausto.

Escatología:

Propósito de enmierda.

Caray lo que le dice:

La joven empleada de la pastelería está fregando el suelo antes de abrir la tienda. Un galante amiguito asoma la nariz por la puerta y susurra:

—Tu mocho, tu chocho y tu bizcocho.

Lógica I:

Sócrates es, en cualquier caso, un hombre mortal.

Lógica II:

Si la luna es un astro tan bobo como Pedro, Pedro será tan astro como es posible serlo.

Lógica III:

Los cabos son siempre hombres con grado, pero algunos cabos no son de Bretaña.

Lógica IV:

De Boulogne a Calais algunas mujeres son pelirrojas.

Vivir I:

Tomas tu dosis de eternidad.

Metafísica I:

Por modestia, Dios no existe.

Metafísica II:

El alfa y la beta de todo.

Vivir II:

La desgracia no va más allá que su sombra.

Ambición II:

Escribir para la posteternidad.

Ambición de otra clase:

Escribir para la posterioridad.

Duroculo:

«Durante toda su vida, (Piedro Duroculo) observó una sobriedad y una templanza rigurosas; su horror por las bebidas alcohólicas era llevado casi hasta el exceso».

(Abate Anthiaume, El rescate marítimo en Le Havre durante el siglo XIX, París, 1927, pág. 126-127)

La buena gente I:

«Sólo en la ciudad de Marsella, hay tantos hombres como en las tres provincias tibetanas. Todos son ricos y no hay pobres… Los hombres no se dañan entre sí».

(Adroup Gumbo, Impresiones de un tibetano en Francia, París, 1910, pág. 13)

La buena gente II:

Dad Roma a los maniales.

Lengua muerta o viva:

«Los diagit hablaban el kakan o kaka».

(Las lenguas del mundo, pág. 1117)

Grave error:

El navio zozobró cuando el capitán quiso publizar a cinco columnas en primera cofa.

El consenso musical:

Acorde con…

La vuelta al mundo:

Merendianos para lelos.

Jugada cesárea:

Los alias se jactan.

Labro del bien y del mal:

Mens sancta in corpore malo.

Humorista:

El Sur también es chiste.

Ya:

«(A monster of a fowl, something between a Heideggre and owl)».

(Pope, The Dunciad, I, 290)

Otra vez ellos:

«El koni que hablan los ku o kundh o khond… es un habla sin cultura».

(Las lenguas del mundo, pág. 490)

Y ellos aún:

«… ofreciéndose el sacrificio, según la creencia de los khonds, en beneficio de toda la humanidad…»

(Mircea Eliade, Tratado de historia de las religiones, pág. 296)

Los nombres tristes:

Haciendo el caldo gordo, la llamaban Juliana.

HMR:

HuMoR.

HoMeRo.

HuMeaR.

HaMbRe.

Serenidad:

Es cobra ya de olvidar las picaduras de antaño.

Una última alabra:

Hablar es seguir adelante.