Capítulo 37
La edad de la inconsciencia
¿A qué edad un niño es lo bastante mayor como para cometer un pecado? ¿Un niño que comienza a caminar puede ir al infierno por birlar unas galletas? Algunas iglesias enseñan que antes de la «edad de responsabilidad» (alrededor de los siete) los niños no son responsables de sus acciones. Esto va contra la doctrina bíblica de que «todos pecaron, y están destituídos de la gloria de Dios» (Romanos 3:23), pero, claro, no se supone que la teología haya de tener sentido.
Mi abuelo tenía noventa y uno cuando murió, en 1986. Él y la abuela estuvieron casados durante más de sesenta años. Unos diez meses después de su muerte fui a visitar a la abuela a Oklahoma. No había tocado nada desde que él murió, pero parecía agradecida cuando me ofrecí a ayudarle a sacar la ropa del abuelo de la casa y revisar sus pertenencias.
Mis abuelos no eran ricos. Tuvieron una vida cómoda de clase media, y terminaron con los ahorros justos para pagar el funeral. Desde esa época la abuela se las ha arreglado bien, pero no sin bregar para pagar las facturas.
Registrando los cajones personales del abuelo descubrí un registro de información sobre impuestos que iba muchos años atrás. Vi que habían dado dinero a causas religiosas toda su vida. En 1964, por ejemplo, tenían anotados $996,27 en contribuciones de caridad a su iglesia y otros grupos religiosos, que incluían $90 a Oral Roberts y $140 a Billy Graham.
Más tarde esa noche mencioné a la abuela que había oído que Billy Graham tenía un excedente de millones de dólares que no se usaban para nada. Se limitó a mirarme fijamente un momento.
Supongo que no parece injusto que se permita a personas como mis abuelos aplicarse una deducción de impuestos por donaciones religiosas. Para ellos esas contribuciones son «caritativas». Pero ¿la iglesia de verdad hace caridad?
¿Por qué las religiones tienen deducción fiscal? Cuando era ministro, sacaba partido de muchas exenciones fiscales, incluidos todos mis costes de vivienda, y creía que eran merecidas. Creía que sin las restricciones morales e imperativos de caridad exigidos por la religión, la sociedad sería salvaje: necesitaríamos más policía, cárceles, hospitales, centros de juventud, consejeros. Imaginaba que las iglesias realizan un servicio valioso para el mundo, alimentando al hambriento, estrangulando la inmoralidad, manteniendo a potenciales criminales apartados de la calle. (Mantiene ocupados a muchos predicadores). El cristianismo ahorra a la sociedad miles de millones de dólares, fantaseaba, y la exención fiscal es de justicia.
Bueno, vale. Unas pocas iglesias alimentan a los pobres. Pero ¿hasta qué punto la religión es verdaderamente «caritativa»? Después de sacar para alquiler, salarios, beneficios, misales, túnicas para el coro, expediciones misioneras y evangelistas, ¿cuánto entrega en realidad la iglesia promedio al necesitado?
Un artículo de agencia de Los Angeles Times escrito por George Gallup, Jr. y Jim Castelli señalaba el porcentaje de todas las congregaciones que habían elegido los servicios de caridad. (Los hallazgos son de un estudio, que identifica a 294 271 congregaciones de todas las afiliaciones religiosas en los cuarenta y ocho estados contiguos, publicado en 1988 por Independent Sector. Se basó en un estudio de Gallup de congregaciones religiosas a lo largo de un año):
- Albergues para los sin techo
- 46% de congregaciones liberales
- 36% de congregaciones moderadas
- 29% de congregaciones conservadoras
- 26% de congregaciones muy conservadoras
- Servicios de comida
- 49% liberales
- 41% moderadas
- 35% conservadoras
- 33% muy conservadoras
- Medio Ambiente
- 42% liberales
- 30% moderadas
- 24% conservadoras
- 16% muy conservadoras
El estudio detallaba otras cosas, como planificación familiar, centros de día, derechos civiles y artes, con resultados similares.
Esto muestra que considerablemente menos de la mitad de todas las iglesias se involucran en cualquier tipo de actividad caritativa. Y estos números sólo representan el número de congregaciones, no la caridad practicada de verdad por cada iglesia. Algunas iglesias (recuerdo) pasan una o dos veces al año una hucha en forma de barra de «Pan para el Hambriento» en las clases de la escuela dominical, y recogen unos céntimos de los niños que se supone que se envían a los cuarteles de la congregación —y esto les permite decir a Gallup que alimentan a los pobres.
Ciertamente, hay un puñado de iglesias verdaderamente caritativas en América, pero ¿compensa su contribución los dólares de sus impuestos que se pierden al conceder una exención global por las donaciones religiosas? Como ha señalado repetidamente la Freedom From Religion Foundation, muy a menudo cuando una religión se lleva el mérito de la caridad, los contribuyentes han pagado la factura. Los ejemplos incluyen los hospitales, albergues, servicios sociales, casas de acogida y organizaciones internacionales de colaboración con carácter religioso subvencionadas con dinero público.
Una gran iglesia baptista de San Antonio necesitaba más espacio para estacionamiento, así que compraron y demolieron diez casas históricas, tras una larga y dura pelea con la ciudad, sin hacer caso de las protestas de los residentes de la zona. Eso son diez casas perdidas para la recaudación de impuestos y perdidas para la historia. Ahora la iglesia está alquilando el estacionamiento a los negocios locales entre semana, y el pastor se indigna cuando se le sugiere que deberían pagar impuestos por esos ingresos no relacionados con la iglesia.
El número de marzo/abril de 1989 de «Consumer’s Digest» contiene un estudio de cientos de organizaciones caritativas, a las que se pidió que proporcionaran información sobre sus grupos. Entre los grupos religiosos que no contestaron en absoluto a la solicitud estuvieron: la Southern Christian Leadership Conference, de Atlanta, World Vision International, Ministerios de Larry Jones - Alimentad a los Niños, Operación PUSH, Moralidad en los Medios, Inc., la Federación Nacional a favor de la Decencia y la Asociación Evangelista Billy Graham.
El informe señala que Billy Graham ingresó 64 millones de dólares en 1987, gastando 48 millones en «servicios de programas» y 7 millones en «fondos y administración». Al final del año el balance de sus fondos era superior a 32 millones de dólares. Por supuesto, tenemos que aceptar la palabra de Billy al respecto. Las iglesias y las organizaciones religiosas no están obligadas a rendir cuentas de su dinero. Y no lo hacen. De hecho, más de un año después de que se adoptara el código de ética financiera por parte de los Locutores Religiosos Nacionales, al menos la mitad de las organizaciones miembros todavía tienen que cumplir el código, que es obligatorio.
Otros grupos exentos de impuestos, como la Freedom From Religion Foundation, se ven obligados a presentar un impreso 990 anual en el IRS[32], especificando con un detalle dolorosamente prolijo cómo se recaudan los fondos y cómo se usan. Nosotros somos responsables, Billy no lo es.
Pensaba que quizás los fondos de 32 millones de dólares se podían justificar porque una organización necesita estabilidad, y Billy Graham tiene unos gastos enormes predicando por todo el mundo. ¡Entonces leo en el Syracuse New Times y el Herald-Journal que Billy Graham no paga sus propios gastos! Sólo predica bajo invitación. En abril de 1989 hizo una enorme cruzada de seis días en Syracuse, y todo el sarao de $875 000 lo financiaron localmente. Una semana antes del evento, los organizadores locales se quejaban de que aún les faltaban $350.000. Habían recaudado $148 857 de peticiones enviadas por correo, $99 447 de ofrendas hechas en encuentros y eventos, $264 de los miembros del coro, $22 194 del comité ejecutivo, $121 886 de 115 iglesias, $35 000 de excedentes de cruzadas anteriores y $91 043 del comité financiero de la cruzada. (Todo esto sale de una prominente historia en el diario que probablemente enviaron ellos mismos). Los recaudadores estaban «rezando para pedir orientación» sobre cómo reunir el resto del dinero.
¿Rezando para pedir orientación? ¿Por qué no pedirle ayuda a Billy? Tiene 32 millones de dólares. Tiene el dinero de mi abuelo.
Si no lo va a gastar debería devolverlo. La abuela podría dale uso de verdad ahora mismo, qué decir de los gastos cada vez mayores de las medicinas y servicios. Tengo una sugerencia. Aunque me parece que las iglesias deberían someterse directamente a los impuestos, puede que el clima todavía no esté listo para esa reforma. Entretanto, pienso que hay una forma en la que podemos ayudar a reducir el déficit federal sin aumentar los impuestos, y sin gravar a las iglesias. Podríamos aumentar los ingresos por impuestos y al mismo tiempo respetar la separación de iglesia y estado. Como sólo una diminuta parte de las donaciones a la iglesia van de verdad a la caridad, sólo deberíamos permitir que fuera deducible de los ingresos personales un porcentaje de las contribuciones religiosas.
Siendo generosos, digamos un cincuenta por ciento. Igual que ahora, las iglesias no pagarían impuestos por lo que reciben. Los miembros podrían seguir dando tanto como les pareciese que merece la iglesia. El resultado sería que más americanos tendrían un nivel superior de ingresos imponibles; y quienes no donamos a la religión la estaríamos subvencionando menos.
Oh, claro. Muchas iglesias esquivarían esto estableciendo una organización local de caridad. Pero al menos tendrían que mostrar sus números, como otros grupos de caridad no religiosos. ¿Y por qué no? ¿Por qué una organización honrada iba a oponerse a la fiscalización?
El Consejo nacional de Mejores Oficinas de Negocios (BBB, Better Business Bureaus) ha emitido un informe que dice que la Red de Emisoras Cristianas (CBN, Christian Broadcasting Network) de Pat Robertson no cumple con las normas de la oficina de responsabilidad financiera pública. No pueden determinar si los fondos solicitados por la CBN se usan según se declara. «Los directivos de la red no respondieron a las repetidas peticiones de cuentas auditadas ni de un presupuesto actual aprobado por el consejo de administración».
Entre las emisoras que la BBB dice que no respondieron suficientemente sobre las finanzas de 1988 está la Asociación Evangelista de Billy Graham. ¿Por qué no? ¿Qué esconde Billy? ¿Aún no ha alcanzado la «edad de la responsabilidad»? ¿Qué está haciendo con el dinero de mi abuela?
Freethought Today, junio/julio 1989.