Capítulo 20
Omni-acuoso
Las doctrinas religiosas son de lo más vulnerable cuando se expresan en términos absolutos. «Todo», «siempre» y «nunca» exigen escrutinio. Esto incluye las doctrinas cristianas cardinales acerca de la naturaleza de Dios: omnisciencia, omnipotencia, omnipresencia y omnibenevolencia.
Según el cristianismo, Dios es «sabedor de todo». Aunque esta doctrina es fundamental, rara vez se define o se examina. Simplemente se da por sentado. El pensamiento crítico, sin embargo, demuestra que la omnisciencia —saberlo todo del pasado, presente y futuro— es imposible. El concepto se vuelve sobre sí mismo y crea un obstáculo infinito que ni siquiera una deidad puede saltar.
«Saber» es contener una imagen o idea verdadera en una mente. Un ser que lo sabe todo también tiene que conocerse a sí mismo. Por tanto, la mente de un ser omnisciente debe contener una imagen de sí mismo dentro de sí mismo. Esto es imposible.
Suponga que quisiera trazar un mapa perfecto de la tierra. Ese mapa sería tan preciso que incluiría no sólo los océanos, continentes, ciudades, carreteras y monumentos, sino también las hojas de hierba, las tejas de los tejados y las burbujas de una ballena que sale a la superficie en el Pacífico —todo. Un mapa así tendría que ponerse al día regularmente. El mapa tendría que ser muy grande para admitir una resolución útil. Digamos que tuviera unas pocas millas cuadradas, colocado en el desierto, donde no oculte mucho la superficie que tiene que representar.
Para ser perfecto y estar al día, ese mapa tendría que incluirse a sí mismo. Como representa todo lo que está en la tierra, en el mapa habría un pequeño dibujo del propio mapa; y para ser perfecto, el pequeño dibujo incluiría los diminutos detalles del mapa, incluso un diminuto dibujo del diminuto dibujo, y así. Se hace claro que un mapa así es imposible. El grado de resolución necesario exigiría que fuera al menos tan grande como la misma tierra, ocultándola totalmente, y en ese punto no tendría sentido tener una copia de lo que podemos mirar directamente. Podríamos hacer a un lado el mapa y decir simplemente que la realidad es su propio mapa.
Si intentamos evitar la dificultad colocando el mapa en el sistema solar, podríamos plantear el problema como un intento de cartografiar la galaxia, o el universo entero, con el mismo problema. No podemos sacar el mapa del universo, porque el universo se define como «todo lo que hay».
Imagine que el mapa está informatizado, para poderlo actualizar más eficientemente. Visualice una representación enorme y automatizada del universo, en algún lugar del universo. Como el computador es parte del universo, debe contener una representación de sí mismo. Para ser perfecto, debería hacer un seguimiento de sí mismo haciendo un seguimiento de sí mismo. Esto aumentaría su tamaño. Costaría tanto tiempo y energía hacer un seguimiento de sí mismo haciendo un seguimiento de sí mismo haciendo un seguimiento de sí mismo que quedaría atrapado en un bucle infinito, acaparando sus recursos y no realizando ningún trabajo útil. (Algunos virus informáticos funcionan así).
Para que Dios lo sepa todo, tiene que saberlo todo sobre sí mismo. Tiene que saber qué va a pensar a continuación. Tiene que anticipar que va a necesitar saber qué va a pensar a continuación. Como los virus informáticos, un Dios omnisciente queda atrapado en un bucle infinito y no puede tener ni un solo pensamiento. No importa qué método use Dios para almacenar y recuperar los datos en su súpermente, tiene que tener algún tipo de representación interna. Si los teístas argumentan que la inteligencia de Dios es algo totalmente diferente de la inteligencia humana o informática, están admitiendo que la idea de la omnisciencia carece de significado. Si «sabedor de todo» no se puede comparar con «sabedor», la frase carece de relevancia para la comprensión humana, y del mismo modo podríamos decir que «Dios es mmpfghrmpf» en lugar de «Dios es omnisciente».
El Dios cristiano no puede ser a la vez omnisciente y omnibenevolente. Si Dios fuera omnisciente, sabía, cuando creó a Adán, que Adán iba a pecar. Sabía que los seres humanos iban a sufrir. Al margen de si la existencia del mal se puede explicar teológicamente, un creador sabedor de todo colocó deliberadamente a los humanos en su senda. Esto es como mínimo negligencia criminal, si no es dolo. Quienes invocan al «libre albedrío» olvidan que todos actuamos según una naturaleza humana que fue creada a propósito por el propio Dios. Pueden argumentar hasta desgañitarse sobre esta cuestión, pero no podrán librarse del hecho de que Adán no creó su propia naturaleza. En el momento de la creación, a una deidad omnisciente se le hubiera representado el sufrimiento y la condenación de la mayor parte de su creación. Esto es de espíritus mezquinos. Dios debería haber abortado.
¿Qué quieren decir los creyentes cuando dicen que su dios es todopoderoso? (Pasemos por alto que el Dios bíblico es más débil que los carros de hierro, según Jueces 1:19.). El «poder» se puede tomar de dos formas: capacidad y autoridad. La palabra «omnipotente» contiene «potente», que lo relaciona más con la fuerza que con el mando, aunque los cristianos aseguran que su Dios posee tanto fuerza como liderazgo. Tener poder es tener la capacidad de cumplir cierta tarea. El poder es una fuerza física, como mínimo, y si Dios, por lo menos, no es poderoso materialmente, no es Dios. Un Dios omnipotente tiene que ser capaz de contrarrestar la mayor fuerza posible que pudiera existir en el universo. Imagine un agujero negro creado por toda la masa del universo comprimiéndose en un lugar. Dios debe poseer una energía física como mínimo así de grande.
El universo abarca toda la masa/energía disponible en cualquier lugar. Si Dios posee energía que interactúa con el mundo material, por definición, es parte del universo natural. Sea cual sea la fuente de energía de Dios, existe en algún lugar, aumentando el tamaño del universo. Un Dios omnipotente haría al universo infinitamente masivo, un hecho que se contradice por la expansión del universo (o, si Dios está fuera del universo conocido, por la uniformidad de dicha expansión), o por el hecho de que no nos comprimimos todos instantáneamente por la gravedad de la masa infinita o nos incineramos con el calor.
Algunos argumentan que Dios trabaja desde una dimensión «espiritual», y por ello no agranda el mundo material. De alguna manera, Dios puede manipular la masa/energía del universo sin incorporarse a él, y sin derrumbarse sobre sí mismo en un agujero negro infinito. Pero si «omnipotencia» tiene algún significado, tiene que indicar algo para nosotros los humanos que no trascendemos a la naturaleza. Cuando quiera que Dios supuestamente demuestra su poder a nosotros criaturas mundanas, se manifiesta como un acto físico en el mundo tangible: un terremoto, inundación, estrella que se mueve, plaga de langostas, voz, zarza ardiente, o así. Si Dios «dirige» la naturaleza desde fuera, todavía tiene que hacerlo de forma que haga reaccionar a la materia ordinaria. Si «todopoderoso» no tiene relación con «poderoso», tal como los humanos entendemos la palabra, la frase es incoherente. Del mismo modo podríamos decir que «Dios es rrrghphrrth» en lugar de «Dios es omnipotente».
Quienes afirman que Dios no tiene que ser infinitamente poderoso para contrarrestar la mayor fuerza posible del universo olvidan que se supone que Dios creó el universo a partir de sí mismo. El argumento de la omnipotencia limitada (potencia suficiente para hacer cualquier cosa que fuese necesaria) implica que Dios tiene una restricción en cuanto a lo grande que sería el universo que podría crear. ¿Podría haber creado un universo infinitamente más masivo que el actual? Si no, no es omnipotente. La vieja adivinanza no es totalmente inapropiada; ¿podría crear Dios una piedra tan grande que no pudiera levantarla? En cualquier caso, Dios aparece falto de omnipotencia. Evitar la pregunta diciendo que Dios nunca querría hacer tal cosa implica que el poder de Dios tiene límites, y que es un esclavo de su propio carácter.
De todas formas, ¿para qué puede necesitar Dios el poder? El poder es lo que usas cuando tienes un problema, un obstáculo que superar, una necesidad en tu vida. Si Dios es capaz de manipular la materia y la energía con cierta magia espiritual, ¿de qué sirve el poder? Admitir que Dios usa el poder es admitir que Dios tiene problemas, necesidades y retos físicos. ¿Por qué ahogar a la especie humana con un diluvio? ¿Por qué no hacerlos simplemente desaparecer?
La omnipotencia presenta a Dios un problema moral. Como Dios tiene el deseo y el poder de eliminar el mal, ¿por qué no lo hace? Si Dios de verdad es omnisciente y omnipotente, no es omnibenevolente. No puede ser las tres cosas a la vez. ¿Cómo podría haber creado un ángel llamado Lucifer que poseía una rareza en su carácter que le iba a hacer ir por la senda del mal? Si fue deliberado, Dios es un accesorio del mal. Si fue accidental, Dios no es omnipotente.
La omnipotencia contradice a la omnisciencia. Ser omnisciente significa que todos los hechos futuros son conocidos. Esto significa que el conjunto de hechos conocibles está fijado y es inmutable. Si los hechos no se pueden cambiar, esto limita el poder de Dios. Si Dios sabe qué sucederá mañana, es impotente para cambiarlo. Si lo cambia de todos modos, entonces no es omnisciente.
La omnipresencia tiene problemas parecidos. Estar «presente» significa estar en una localización física. La tecnología expande nuestros sentidos con máquinas, permitiendo a los espectadores, por ejemplo, estar «presentes» en un evento televisado, pero hasta eso exige una conexión física: cámara, micrófono, sensor, receptor, altavoz. Dios no está «presente» en todos los lugares del universo, no en un sentido ordinario. Decir que Dios está presente en un sentido «espiritual» carece de significado hasta que se defina «espíritu». Como espíritu se describe normalmente como algo «inmaterial» o «trascendente» (lo que meramente identifica lo que no es, y no lo que es), esto significa que estar presente espiritualmente es no estar presente en absoluto. Podemos decir también que «Dios es sshhffhgtyrh» en lugar de decir que «Dios es omnipresente».
Juan 7:38 dice: «El que cree en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su vientre». Entiendo que esto significa que quienes creen en un dios omnipresente, sabedor de todo, totalmente bueno y todopoderoso son omni-acuosos: están con el agua al cuello.
You Can’t Win With Original Sin (No
puedes ganar con el pecado original)
por Dan Barker
You can’t win! You can’t win with Original Sin. It doesn’t even matter how intelligent or kind you may have been. You just can’t win. It was all over before it began — You were doomed in the fall of man. You can’t win. |
¡No puedes ganar! No puedes ganar con el Pecado Original. Ni siquiera importa lo listo o amable que hayas sido. No podrás ganar. Todo acabó antes de empezar — Estabas condenado a la caída del hombre. No puedes ganar. |
I was dead — I was dead before my life had begun. I was dead, Because of something my great-greatgreat grandparents had done. Adam and Eve didn’t do any wrong — They were set up by God all along. They couldn’t win. |
Yo estaba muerto — Yo estaba muerto antes de que empezara mi vida. Estaba muerto, Por algo que hicieron mis retataratatarabuelos. Adán y Eva no hicieron nada malo — Dios lo había amañado desde el principio. No podían ganar. |
I’ve been told I must believe on Jesus Christ to be saved; But first, I must admit that I am totally depraved. Before you go pointing that finger of blame, Just remember that Eve Was Framed! She couldn’t win. |
Me dijeron Que debo creer en Jesucristo para salvarme; Pero primero, Tengo que admitir que soy totalmente depravado. Antes de que me señales con ese dedo de culpa, ¡Recuerda que a Eva le hicieron una encerrona! No podía ganar. |
The kind of God Who’s so insecure that he needs to send me to hell Is the kind of God Who’d probably get a kick out of damning all the Christians as well! It was all over before it began — I was doomed in the fall of man. But as a skeptic I must insist, Adam and Eve didn’t really exist, And neither does God, then, for that matter, And until the day that old myth is shattered, We can’t win. No, we just can’t win. |
El tipo de Dios Tan inseguro que necesita enviarme al infierno Es el tipo de Dios ¡Que probablemente se pondría a cien condenando también a todos los cristianos! Todo terminó antes de empezar — Yo estaba condenado a la caída del hombre. Pero como escéptico debo insistir, Adán y Eva en realidad no existieron, Y tampoco Dios, ya puestos, Y hasta el día en que el viejo mito quede destruido, No podemos ganar. No, no podemos ganar. |
© Copyright 1986 by Dan Barker.