Capítulo 22

Círculos cuadrados

Los fundamentalistas pueden contarse entre las personas más creativas del mundo. Se necesita una imaginación muy potente y una sabiduría profunda para ser capaz de hacer malabares con profundos misterios espirituales, griego y hebreo, interpretaciones teológicas, asociaciones cósmicas, y principios de fe.

La inteligencia cristiana es muy especial, no es fácil tener la «mente de Cristo», pero con un poco de fe y mucha práctica cualquiera puede alcanzar ese alto nivel de espiritualidad y discernimiento. Y uno de los beneficios más prácticos de esta comprensión superior es la capacidad de explicar las «supuestas» contradicciones de la biblia. Las discrepancias bíblicas simplemente se desvanecen bajo la luz del entendimiento devoto.

Por ejemplo, estaba hablando hace poco con una familiar cristiana sobre la afirmación bíblica de que Dios, que es luz, y mora en la luz, también mora en la oscuridad. (Vaya a «Contradicciones bíblicas» para ver las referencias). No veía ningún problema con estas declaraciones incompatibles y pasó a explicar que una habitación está a oscuras hasta que se enciende la luz, por lo que tiene sentido decir que la luz mora en la oscuridad. ¡Seré tonto, y yo creyendo que había encontrado una contradicción!

Thomas Paine debería haber estado mejor informado y no hubiera criticado a los autores de Mateo y Lucas por adjudicar a Jesús genealogías contradictorias. Hay una explicación sencilla. La línea de Lucas no pasa por José, como dice en Lucas 3:23, ¡sino por María! El comentarista Finis Jenning Dake dice «como nunca se cuenta con las mujeres en las genealogías, José, el hilo legal de Elí, ocupó naturalmente el lugar de María…». Obviando el hecho de que ese es otro ejemplo de sexismo bíblico, ¡Dake pasa por alto los nombres femeninos que aparecen el la lista de Mateo! (Mateo 1:5). También hace la suposición conveniente —aunque sin respaldo— de que Elí tiene que haber sido el padre de María. Me han explicado pacientemente que el autor de Mateo, que escribía principalmente para los judíos, se preocupaba más por la línea paterna; sin embargo el autor de Lucas (no tenemos ni idea de quienes fueron los verdaderos autores de Mateo ni de Lucas), que escribía principalmente para el mundo griego, se preocupaba naturalmente más por la línea materna. Naturalmente. Así que, aunque el texto nombra a José, en realidad significa María. ¿Lo pilla? Los escépticos debemos de estar ciegos para la verdad —si seguimos llamando a esto contradicción, que Dios se apiade de nuestras almas rebeldes.

Los cristianos también tienen esa asombrosa habilidad para discernir significados profundos. Saben exactamente lo que Dios quería decir cuando el texto es confuso para los demás. Yo no soy tan listo. Imagino que Dios sabrá lo que dice. Cuando leo «A Dios nadie le vio jamás», entiendo que significa que ningún hombre vio jamás a Dios. ¿Cómo puede malinterpretarse esto? Nadie ha mirado jamás a Dios. Nunca. Pero cuando Jacob dijo «porque vi a Dios cara a cara» entiendo que él miró a Dios. Me han explicado prolijamente que la frase en realidad significa «A Dios nadie le vio jamás en toda su plenitud y gloria». ¡Por supuesto! ¿Cómo es que no me di cuenta? Dios tenía que querer decir otra cosa, o si no hubiera sido contradictorio. Hace falta un genio cristiano disciplinado para ver exactamente en qué lugar hay que insertar ciertas palabras en el texto inspirado por Dios.

Esta es una táctica valiente y arriesgada, ya que el autor del Apocalipsis dice, justo al final de la biblia: «Porque yo protesto a cualquiera que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas que están escritas en este libro…». Apocalipsis 22:18.

En Génesis 2:17 Dios dice a Adán «morirás» en «el día que de él comieres» la fruta. ¡Y sin embargo Adán comió la fruta prohibida y vivió hasta cumplir los 930 años! (Génesis 5:5). Pero no se apresure a tildar esto como contradictorio. La palabra «morir» significa «morir espiritualmente» en este contexto. Cuando Adán comió el bocado maligno murió por dentro, aunque su cuerpo fue capaz de vivir otros ochocientos años. ¿No tiene sentido? Era un zombi, pero plantó cosechas, hizo el amor con Eva y sacó adelante una familia. No sé cómo los cristianos desarrollan las habilidades para ser capaces de discernir dónde se tiene que redefinir ciertas palabras; pero, por supuesto, ellos tienen introspección espiritual. Resulta interesante cómo los fundamentalistas, que normalmente son tan rígidos interpretando literalmente, son los primeros en destrozar las definiciones sólo por conveniencia teológica.

Aparentemente, a veces Dios tiene permiso para exagerar. Y los apologistas siempre parecen saber exactamente cuándo y dónde lo hace. Por ejemplo, cuando Dios dijo que Noé era «recto» y que Job era «perfecto y sin culpa», no quería decir que nunca hubieran cometido ningún pecado, porque Pablo nos dice que «nadie es recto» y que «todos han pecado». Obviamente, entonces, Dios debe pensar que usted puede cometer unos pocos pecados y seguir sin culpa; y cuando dice «perfecto» quiere decir «casi perfecto». Es perfectamente lógico, casi. Por supuesto, podríamos considerar la posibilidad de que Dios tenía razón y Pablo no sabía de qué estaba hablando. Pero eso significaría que tendríamos que tirar a la basura buena parte del Nuevo Testamento, y una vez que empiezas a tirar cosas a la basura…

Según los evangelios de Marcos, Lucas y Juan, la tumba de Jesús ya estaba abierta cuando llegaron las mujeres en la mañana de Pascua. Pero el autor de Mateo dijo que estaba cerrada cuando llegaron; se abrió en su presencia. Uno de mis amigos teólogos dice que esto no es en absoluto contradictorio. No se escribió para entenderse cronológicamente (aunque no puede explicar exactamente cómo sabe esto). Mateo 28:2-4 en realidad debería entenderse como sucedido en el capítulo 27 de modo que así estaría de acuerdo con los otros autores. ¿Cómo es que no vi eso? Supongo que simplemente carezco del conocimiento y confianza para ser capaz de barajar las sagradas palabras de Dios.

Después de que este mismo teólogo hubiera despejado hábilmente a córner unas veinte de mis ingenuas afirmaciones de contradicciones bíblicas le pregunté, «Entonces, ¿qué aceptarías como contradicción, si estos ejemplos no valen? ¿Con qué criterios juzgas otros escritos? ¿Qué tendría que decir la biblia, hipotéticamente, para que fuera discrepante?». Se calló un momento antes de responder. Me daba cuenta con impaciencia del hecho de que iba a ofrecer un poco de sabiduría honesta y reflexiva.

—Aceptaría como contradictorio que la Biblia dijera que Jesús murió tanto en martes como en viernes —respondió finalmente.

—¿Lo harías? —pregunté—. Entonces tengo algo para ti.

Lo remití al hecho de que Jesús fue crucificado en la hora tercera (Marcos 15:25) y sin embargo estaba ante Pilatos en la hora sexta (Juan 19:14), cuando debería haber estado colgando de la cruz. En cualquier caso, mi amigo no me decepcionó. Me explicó, con una paciente sonrisa, que esta aparente inconsistencia es el resultado de nuestra incertidumbre sobre cómo llevaban la cuenta del tiempo los judíos del siglo primero. Es posible que Jesús estuviera ante Pilatos en la hora sexta del día, pero fue crucificado en la hora tercera tras la salida del sol. No deberíamos aplicar una actitud hipercrítica del siglo veinte a los escritos de los judíos antiguos. Es fácil que haya algo que no sabemos todavía sobre cómo calculaban el tiempo, así que no deberíamos declararlo contradictorio a causa de nuestra falta de conocimiento.

Todas estas defensas nos dejan a los escépticos «hipercríticos» en una posición inútil. Malgastamos nuestro tiempo. La poderosa fortaleza de las escrituras es inexpugnable, al parecer. Es de locos escrutar lo inescrutable.

El principio científico de falsabilidad afirma que todas las declaraciones ciertas deben poderse expresar como una doble negación. En otras palabras, tiene que haber algo que se pueda decir sobre la declaración que, si es cierto, la haría falsa. Por ejemplo, los esqueletos de caballos en estratos de fósiles cámbricos dejarían inmediatamente como falsos más de cien años de pensamiento evolucionista. El científico honrado dice «Esto es lo que demostraría que me equivoco. Ve por ello». Hasta el momento, no se ha encontrado ningún caballo durmiendo con los antiguos trilobites.

De hecho, una de las mejores formas de demostrar que algo es cierto es intentar demostrar que es falso. Si todos los intentos por desacreditarlo fallan, aguanta con más certeza. Si la biblia no es falsable por definición, no se puede decir que sea verdad. Tiene que poder ponerse a prueba o no tiene ningún valor. Pero los fundamentalistas dan poco uso a los principios científicos; tienen «introspección espiritual». Simplemente saben que la biblia es cierta, y eso es todo.

Para demostrar mi posición muchas veces pido a algún cristiano que me presente una declaración que sea contradictoria, sólo para que sepamos de qué estamos hablando cuando usamos la palabra «contradicción». Les reto a exponer una discrepancia para la que yo no sea capaz de encontrar una explicación convincente. Rápidamente ven que, sin criterios, es imposible. Por ejemplo, «este círculo es un cuadrado» parece contradictoria. Pero he aprendido de los cristianos muchas formas de interpretar una frase para que tenga sentido. Podría significar un círculo de cuadrados, o un cuadrado de círculos. O, en el lenguaje original la palabra «cuadrado» podría usarse para referirse a cualquier objeto geométrico con límites. O, el círculo está cumpliendo temporalmente la función de un cuadrado. O, ayer había un círculo aquí, hoy hay un cuadrado. O, el círculo es «cuadrado», significando raro o angulado —podría ser una elipse, sí, eso es lo que es. O, la palabra «círculo» se usa en realidad en el sentido general de «rodear» o «abarcar», que es algo que puede hacer un cuadrado. O, este círculo se recortó a partir de un cuadrado —la palabra «es» en realidad significa «viene de». O, la palabra «cuadrado» no es de esta frase; va cronológicamente con una frase anterior. O, el término «cuadrado» es simbólico, como «las cuatro esquinas del mundo». O la palabra «círculo» se usa libremente, como en «círculo de amigos» —un círculo cuadrado es una expresión antigua para un grupo de conocidos. O, es un misterio profundo que sólo Dios comprende, y lo entenderemos del todo algún día en el cielo. (El cielo sería aburrido si no hubiera cosas como esta que esperar con impaciencia).

¿Ve lo que quiero decir? Los escépticos podríamos aprender mucho de la mentalidad religiosa creativa. Si no fuéramos tan hipercríticos.

Freethought Today, abril/mayo 1985.