LAS MOMIAS Y NOSOTROS

Siempre me ha resultado muy agradable visitar los museos arqueológicos. He visto todos los tipos posibles de mandíbulas, cráneos y tibias ordenadas cronológicamente. He visto momias egipcias dentro de hermosísimos sarcófagos, pero también desprovistas de sarcófagos y vendas; momias americanas y momias de las catacumbas; y restos humanos preservados por la arena y la turba. Espero que usted, mi querido lector, no piense al leer esto que tengo inclinaciones necrófilas. Contemplo estos dramáticos restos porque no encuentro ningún motivo para evitar mirarlos. Y aún hay otra razón para ello: siempre me ha fascinado el azar y sus impredecibles actos. Miles y miles de generaciones —auténticos himalayas de huesos— han desaparecido sin dejar el menor rastro, y he aquí que, de repente, en algún momento, en algún lugar, un ser dio un paso sobre el cenagoso légamo, el cual, al petrificarse, conservó la huella de ese pie; y debido a que se conservó, hoy se celebran congresos. O prestemos atención a la siguiente escena: después de sentarse bajo un pequeño arbusto, el noble homo erectus disfruta de la vida mordisqueando una nuez. Es como cualquier otro de su horda, sin embargo, solo a él le ocurrirá algo excepcional. Esa mandíbula que tan asiduamente utiliza irá a parar a una pequeña vitrina novecientos mil años después. O ese neardental, modeel resto de los suyos, que está de pie en la entrada de su cueva, ensimismado, con la mirada perdida en la distancia, mientras se rasca esa cabeza llena de piojos. No tiene la menor idea (¡vamos, ni por asomo!) de que se está rascando un futuro objeto museístico. Podría llegar a pensarse que, al menos en el antiguo Egipto, el azar no tendría nada que salvar, tratándose de una civilización preocupada como ninguna, antes y después, por preservar a sus difuntos de la destrucción. Pero no es así. Las tumbas fueron saqueadas una y otra vez, y las momias, despojadas de todo cuanto poseían; y, o bien fueron utilizadas como combustible, o bien reducidas a polvo, supuestamente para fines curativos. Así que de nuevo estamos obligados a reconocer que todo cuanto, a pesar de todo, se ha conservado se lo debemos a la generosidad del azar... No es un álbum para personas especialmente susceptibles. No soy una mimosa, así que observo con atención, sin repugnancia ni pánico todos esos cráneos que silenciosamente claman, esas ennegrecidas manos de largos dedos o esos fardos que envuelven a esqueletos de niños. Todo ello es hermoso de una manera provocadora y patética... Y, sin embargo, también debo reconocer que hay algunas escenas que sobrepasan mi aguante. Hace algún tiempo visité un salón de figuras de cera. Esa macabra imitación de la vida, ese rubor de mejillas y esas vagas sonrisas, esos bigotes y pestañas, ese paseo siendo observada por unos ojos de vidrio, toda esa inercia de muñecas pre nada bien y no me quedó otra alternativa que salir rápidamente a tomar el aire fresco.

Momias, James Putnam, fotografías de Peter Hayman, traducción del inglés de Bozena Mierzejewski. Varsovia: «Arka—˙ da», 1995.

 

Lecturas no obligatorias: Prosas
titlepage.xhtml
sec_0001.xhtml
sec_0002.xhtml
sec_0003.xhtml
sec_0004.xhtml
sec_0005.xhtml
sec_0006.xhtml
sec_0007.xhtml
sec_0008.xhtml
sec_0009.xhtml
sec_0010.xhtml
sec_0011.xhtml
sec_0012.xhtml
sec_0013.xhtml
sec_0014.xhtml
sec_0015.xhtml
sec_0016.xhtml
sec_0017.xhtml
sec_0018.xhtml
sec_0019.xhtml
sec_0020.xhtml
sec_0021.xhtml
sec_0022.xhtml
sec_0023.xhtml
sec_0024.xhtml
sec_0025.xhtml
sec_0026.xhtml
sec_0027.xhtml
sec_0028.xhtml
sec_0029.xhtml
sec_0030.xhtml
sec_0031.xhtml
sec_0032.xhtml
sec_0033.xhtml
sec_0034.xhtml
sec_0035.xhtml
sec_0036.xhtml
sec_0037.xhtml
sec_0038.xhtml
sec_0039.xhtml
sec_0040.xhtml
sec_0041.xhtml
sec_0042.xhtml
sec_0043.xhtml
sec_0044.xhtml
sec_0045.xhtml
sec_0046.xhtml
sec_0047.xhtml
sec_0048.xhtml
sec_0049.xhtml
sec_0050.xhtml
sec_0051.xhtml
sec_0052.xhtml
sec_0053.xhtml
sec_0054.xhtml
sec_0055.xhtml
sec_0056.xhtml
sec_0057.xhtml
sec_0058.xhtml
sec_0059.xhtml
sec_0060.xhtml
sec_0061.xhtml
sec_0062.xhtml
sec_0063.xhtml
sec_0064.xhtml
sec_0065.xhtml
sec_0066.xhtml
sec_0067.xhtml
sec_0068.xhtml
sec_0069.xhtml
sec_0070.xhtml
sec_0071.xhtml
sec_0072.xhtml
sec_0073.xhtml
sec_0074.xhtml
sec_0075.xhtml
sec_0076.xhtml
sec_0077.xhtml
sec_0078.xhtml
sec_0079.xhtml
sec_0080.xhtml
sec_0081.xhtml
sec_0082.xhtml
sec_0083.xhtml
sec_0084.xhtml
sec_0085.xhtml
sec_0086.xhtml
sec_0087.xhtml
sec_0088.xhtml
sec_0089.xhtml
sec_0090.xhtml
sec_0091.xhtml
sec_0092.xhtml
sec_0093.xhtml
sec_0094.xhtml
sec_0095.xhtml
sec_0096.xhtml
sec_0097.xhtml
sec_0098.xhtml
sec_0099.xhtml