NO HAY DÓNDE ESCONDERSE

Estar en casa es tremendamente peligroso. A cada paso que damos hay peligro de muerte o mutilación. Incluso me atrevería a decir que cuantas más comodidades civilizadoras guardamos en casa, mayores son las posibilidades de que nos suceda una catástrofe. Vivir en una caverna era más seguro que todo eso, claro, siempre y cuando no irrumpiera en ella un tigre dientes de sable en ausencia de la gente que se encargaba de cazar. El folleto de A. Dziak y B Kami´

nski (pues la editorial no nos ha brindado sus nombres completos por economía de imprenta) nos prepara para cualquier eventualidad y nos muestra cómo se deben prestar primeros auxilios. Los autores, en un afán por instruir, han terminado por sobrepasar los límites del tema al que hace referencia el título. Además de los accidentes en el ámbito doméstico, nos hablan de aquellos que nos pueden acaecer en el patio, en el bosque, o en el río. Y, finalmente, concluyen su traba caso de heridas masivas (un cataclismo o un ataque atómico). La estupefacción de lector es total, porque en absoluto se espera un final como ese en un librito que tiene en la portada una casita de colores que se asienta sobre un pie vendado. En cierta ocasión, me preguntaron en uno de esos encuentros con el autor por qué no escribía sobre las bellas letras en lugar de ocuparme de analizar libros de divulgación científica o guías de todo tipo. Entonces respondí que las publicaciones de este género nunca terminan ni mal ni bien, y que eso era justamente lo que más me gustaba de ellas. Ahora me doy cuenta de que debo desechar ese juicio y meditarlo otra vez. Ya no puedo estar segura de que el próximo libro que salga de la imprenta no sea un manual sobre el cuidado de los lactantes que culmine con el Apocalipsis.

Accidentes domésticos, A. Dziak y B Kami´nski, Varsovia: Pa´nstwowy Zakład Wydawnictw Lekarskich, 1970.

 

Lecturas no obligatorias: Prosas
titlepage.xhtml
sec_0001.xhtml
sec_0002.xhtml
sec_0003.xhtml
sec_0004.xhtml
sec_0005.xhtml
sec_0006.xhtml
sec_0007.xhtml
sec_0008.xhtml
sec_0009.xhtml
sec_0010.xhtml
sec_0011.xhtml
sec_0012.xhtml
sec_0013.xhtml
sec_0014.xhtml
sec_0015.xhtml
sec_0016.xhtml
sec_0017.xhtml
sec_0018.xhtml
sec_0019.xhtml
sec_0020.xhtml
sec_0021.xhtml
sec_0022.xhtml
sec_0023.xhtml
sec_0024.xhtml
sec_0025.xhtml
sec_0026.xhtml
sec_0027.xhtml
sec_0028.xhtml
sec_0029.xhtml
sec_0030.xhtml
sec_0031.xhtml
sec_0032.xhtml
sec_0033.xhtml
sec_0034.xhtml
sec_0035.xhtml
sec_0036.xhtml
sec_0037.xhtml
sec_0038.xhtml
sec_0039.xhtml
sec_0040.xhtml
sec_0041.xhtml
sec_0042.xhtml
sec_0043.xhtml
sec_0044.xhtml
sec_0045.xhtml
sec_0046.xhtml
sec_0047.xhtml
sec_0048.xhtml
sec_0049.xhtml
sec_0050.xhtml
sec_0051.xhtml
sec_0052.xhtml
sec_0053.xhtml
sec_0054.xhtml
sec_0055.xhtml
sec_0056.xhtml
sec_0057.xhtml
sec_0058.xhtml
sec_0059.xhtml
sec_0060.xhtml
sec_0061.xhtml
sec_0062.xhtml
sec_0063.xhtml
sec_0064.xhtml
sec_0065.xhtml
sec_0066.xhtml
sec_0067.xhtml
sec_0068.xhtml
sec_0069.xhtml
sec_0070.xhtml
sec_0071.xhtml
sec_0072.xhtml
sec_0073.xhtml
sec_0074.xhtml
sec_0075.xhtml
sec_0076.xhtml
sec_0077.xhtml
sec_0078.xhtml
sec_0079.xhtml
sec_0080.xhtml
sec_0081.xhtml
sec_0082.xhtml
sec_0083.xhtml
sec_0084.xhtml
sec_0085.xhtml
sec_0086.xhtml
sec_0087.xhtml
sec_0088.xhtml
sec_0089.xhtml
sec_0090.xhtml
sec_0091.xhtml
sec_0092.xhtml
sec_0093.xhtml
sec_0094.xhtml
sec_0095.xhtml
sec_0096.xhtml
sec_0097.xhtml
sec_0098.xhtml
sec_0099.xhtml