Día 1…
—¿A alguien le importa si hoy me largo un poco antes? —preguntó Matt—. Tengo que hacer la maleta.
Abucheos burlones estallaron en toda la oficina.
—¡Las cinco menos diez y ya se las pira! Qué bien viven los de Ventas Internacionales.
—Nada me queda por hacer ya en Ventas Domésticas. —El nuevo nombre que le habían dado a los departamentos de ventas dentro de Irlanda—. No tiene sentido que me quede aquí rascándome la barriga. —Matt sonrió, pálido y sudoroso—. Nos vemos.
—¿A qué hora? —preguntó Salvatore.
—¿Te parece a las siete en el mostrador de Aer Lingus?
Salvatore y Matt debían volar juntos a Shanghái el lunes por la mañana.
—Perfecto. ¡Nos vemos en el aeropuerto! —aulló Salvatore. El comienzo de una nueva operación, una experiencia emocionante.
—Eso —dijo animadamente Matt—. Nos vemos el lunes por la mañana en el aeropuerto.
¿Sabe Maeve algo de todo esto?