CAPÍTULO 11
«La infancia es la estación de la maldad». La frase es suya. ¿Qué significa?
LÍDIA: Sólo eso, que la infancia es la estación de la maldad. Claro que también es la edad de la inocencia. Creo que se necesita una cierta inocencia para que la maldad se manifieste en sus formas más exuberantes. ¿Le he contado la historia de los pájaros? Fui yo la que le di las tijeras a Rosa de Porcelana.
Las noticias sobre niños que matan o torturan a otros niños no me sorprenden. Sí que me admira que este fenómeno no sea más vasto. Los grandes torturadores, y yo conocí a unos cuantos —en fin, ¿hemos conocido a algunos, no?—, los grandes torturadores suelen ser personas que no tuvieron infancia y por eso la ejercen más tarde.
Quizá la maldad de los hombres sea, en el fondo, la expresión de su inocencia. Por eso suelo decir que sólo los inocentes son culpables.
(Entrevista con Lídia do Carmo Ferreira,
Luanda, el 23 de mayo de 1990)