Notas
[1] Lacan, Jacques: Encore. En castellano: Seminario 20. Aún. Paidós, Barcelona, 1981, p. 80-81. <<
[2] Nancy, Jean-Luc y Lacoue-Labarthe, Philippe: El título de la letra. Ed. Buenos Aires. Barcelona, 1981. <<
[3] Lacan, Jacques: L’Etourdit. En castellano: «El atolondradicho», en Escansión, 1. Buenos Aires, 1984, p. 20. <<
[4] Pöggeler, Otto: El camino del pensar de Martin Heidegger. Alianza, Madrid, 1986. Ver nota del traductor, Félix Duque, en p. 97. <<
[5] Ídem. <<
[6] Heidegger, Martin: «De la esencia de la verdad». En el libro ¿Qué es metafísica? y otros ensayos. Siglo Veinte, Buenos Aires, 1974. <<
[7] Pöggeler, Otto: (op. cit.) p. 231. <<
[8] Heidegger, Martin: Introducción a la metafísica. Ed. Nova, Buenos Aires, 1972. p.p. 39 a 88. <<
[9] Aun, op. cit. p. 112. <<
[10] Idem, p. 143. <<
[11] Pöggeler, Otto: op. cit. pp. 47, 173 y 307. <<
[12] Heidegger, Martin: Interpretaciones sobre la poesía de Hölderlin. Ed. Ariel, Barcelona, 1983. <<
[13] Das Ereignis. Hemos utilizado la traducción de Félix Duque porque el sintagma «acaecimiento propicio» nos gusta más que otras versiones: apropiación de Manuel Olasagasti o advenimiento apropiador de Ives Zimmermann. Pero hay que destacar que Heidegger subraya en Ereignis el valor de apropiación más que el de evento o suceso: es el acto de una a-propiación ex-propiante. Respecto de la importancia del término Ereignis, destaquemos que el último Heidegger aclara que cada vez que dice «ser», en realidad está pensando en Ereignis. <<
[14] En abril de 1987, en las Cuartas Jornadas del Campo Freudiano, en Madrid, y en una mesa que presidía Eric Laurent, tuvimos la ocasión de presentar algunas cuestiones referidas al vínculo Lacan: Heidegger. En aquel entonces no se atisbaba que se fuera a reeditar la polémica sobre el compromiso de Heidegger con el nazismo, y que ésta alcanzara semejante difusión. Los puntos presentados eran los siguientes:
—Si bien Lacan llegó a postular su fraternidad con el decir heideggeriano, es el discurso analítico el que hace que haya una página ausente en esa filosofía.
- Esta página ausente apunta a aquello de lo que no quiere saber nada el Heidegger de Ser y Tiempo: que sólo hay experiencias con el Dasein si se lo capta en su compromiso con el goce. El hecho de que el Dasein heideggeriano no esté marcado sexualmente, y que en definitiva, la potencia del Dasein no esté mermada por la impotencia que introduce la operación de la castración (–φ), disimula algo insospechado con Heidegger, la afinidad entre el Dasein y el goce de la mujer. Incluso, tal vez sea la razón de que Heidegger encontrara tardíamente un refugio para el ser en el decir de Hölderlin, sólo cuando a éste lo protegía la noche de la locura.
- La asunción del ser para la muerte, no puede ser cumplida en ninguna experiencia, si no se vincula a la muerte con la pulsión y a ésta con la causa del deseo. Este rechazo de Heidegger de reconocer en el proyecto del Dasein las marcas del deseo, va llevando al Dasein hacia una pureza que se demora en la espera de una nueva divinidad no metafísica. Divinidad que en los años treinta en Alemania fue encarnada por una oscura autoridad.
Aproximadamente un año y medio después de esta presentación, Eric Laurent nuevamente en Madrid, hizo distintos comentarios sobre Heidegger, y precisamente sobre la tierra natal. En su intervención se sugería la posibilidad de leer a Heidegger con Sade, ya que se podía confirmar en Heidegger una posible apropiación del goce de la tierra natal. Así se lo presentaba, en oposición a Freud y a Lacan, ya que para ellos la tierra natal está prohibida, la tierra es la madre y por tanto no hay retorno posible. <<
[15] Señalemos que este nuevo Dios no se corresponde con los dioses de la tradición onto-teológíca, y que debe surgir por fuera de toda representación metafísica. Por ello pensamos que la pregunta de Lacan por «un nuevo significante», no sólo entra en resonancia con el planteo heideggeriano, sino que podría constituir una respuesta al mismo. <<
[16] Milner, Jean Claude: «El material del olvido», en Usos del olvido, Nueva Visión, Bs. As., 1989. <<
[17] Milner, J. C., op. cit. <<
[18] Heidegger, Martin y Jünger, Ernst: Acerca del nihilismo, Paidós I.C.E./U.A.B., Barcelona, 1994. <<
[19] Heidegger y Jünger, op. cit. <<
[20] Heidegger y Jünger, op. cit. <<
[21] Lacan, Jacques: «Respuesta al Comentario de Jean Hyppolitte», en Escritos 1, Siglo Veintiuno editores, México, 1971. <<
[22] Lacan, op. cit. <<
[23] Lacan, op. cit. <<
[24] Lacan, op. cit. <<
[25] Lacan, op. cit. <<
[26] Lacan, op. cit. <<
[27] Lacan, op. cit. <<
[28] Para una teoría de la «letra» en la enseñanza de Jacques Lacan, nos sostenemos aquí en las diversas construcciones de Jacques Alain Miller en sus cursos de Orientación Lacaniana en especial Los signos del goce, Paidós, Bs. As., 1998. <<
[29] Derrida, Jacques: Mal de archivo. Trotta, Madrid, 1997. <<
[30] Derrida, Jacques: Espectros de Marx. Trotta, Madrid, 1995. <<
[31] Heidegger, Martin: ¿Qué significa pensar?, Edic. Nova, Buenos Aires. <<
[32] García Calvo, Agustín: Hablando de lo que habla, p. 307, Ed. Lucina, Zamora, 1989. <<
[33] Lacan, Jacques: Seminario El saber del psicoanalista. Reunión del 10 de junio de 1972. Multicopia. Buenos Aires. Reproducimos el diagrama al que hicimos referencia. <<
[34] Lacan, Jacques: «Joyce le sinthome» en el libro Joyce avec Lacan. Navarin. París. Asimismo, Seminaire XXIII, Le sinthome, en revista Ornicar, núms. 6-11. Edic. Navarin, París. <<
[35] Borges, Jorge Luis: Textos cautivos, p. 328, Tusquets Editores, Barcelona, 1986. <<
[36] Borges, Jorge Luis: El poeta y la escritura, conferencia pronunciada en la Escuela Freudiana de Buenos Aires (publicación de la Escuela). <<
[37] Borges, Jorge Luis: «La esfera de Pascal» (Otras inquisiciones, Alianza Editorial, Madrid). <<
[38] Lacan, Jacques: «Función y campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis» (Escritos, Siglo XXI, México, Edic. 15.ª 1989). <<
[39] Idem, p.p. 295-296. <<
[40] Id. pág. 308. En esta cita, la mención final del «zum Todes sein» que Tomás Segovia traduce recogiendo la ya clásica versión de José Gaos como «ser-para-la-muerte» (y que mucho más recientemente Félix Duque corrige con su «estar-a-la-muerte») trae a la memoria una de las diversas ocasiones en que Heidegger envía metafóricamente a la topología que Lacan formula explícitamente. En efecto en «El origen de la obra de arte» (En: Martin Heidegger, Arte y Poesía, F. C. E., México, 1958, traducción de Samuel Ramos) dice Heidegger: «En el centro del ente en totalidad existe un lugar abierto que es un claro. Pensado desde el ente es más existente que el ente. Este centro abierto no está circundado por el ente, sino que este centro claro rodea a todo ente como nada, que apenas conocemos». Heidegger habla aquí de «un centro abierto no circundado», de «un centro claro que rodea…» metáforas que en la reiteradamente denostada traducción de José Rovira Armengol (Martin Heidegger, Sendas perdidas, Losada, Buenos Aires, 1960) son «un medio abierto no rodeado…», «un medio iluminador que rodea…». De cualquier manera, en ambas versiones resalta la cuestión que nos interesa, la del «centro exterior». <<
[41] Lacan, Jacques: «Nomina non sunt consequentia rerum», Seminario del 8-3-77 (Ornicar? n.º 16, Edic. Lyse, París). <<
[42] Hemos llamado «Heidegger de la derrota» al que instaura en 1946 al lenguaje como morada del ser. Heidegger, en lugar de ser conducido por la tarea del pensar hacia un sistema, fue llevado a la dilución del pensar en la lengua, construyendo así una escucha para lo que habla en el lenguaje. Es la derrota de la pervivencia de la metafísica en la ontología fundamental desplegada en Ser y Tiempo. Pero «derrota» es fundamentalmente el rumbo del barco, es camino o senda. Es Heidegger en el sendero de la lengua. <<
[43] En un ensayo titulado «Heidegger. La declinación de la metáfora» (en el libro Como la luz tenue. Metáfora y saber, Gedisa, Barcelona, 1990) su autor, Pier Aldo Rovatti, agente italiano, junto con Gianni Vattimo de «Il pensiero debole», sitúa el debate Derrida-Ricoeur sobre la metáfora y la filosofía. Dice: «En el actual debate puede detectarse, en efecto, una bifurcación, en la cual la puesta en juego es la metáfora, y el campo de batalla es la interpretación del segundo Heidegger: por un lado, el itinerario hermenéutico, por el otro, el itinerario simbólico (que mira en dirección del carácter inquietante e incluso trágico de la experiencia simbólica como referente suprimido)». Lo que Derrida sostuvo en «La mitología blanca. La metáfora en el texto filosófico» de 1971 (En el libro Márgenes de la filosofía, Cátedra, Madrid, 1989), fue criticado por Raul Ricoeur en el octavo estudio de La metáfora viva —1975—. (En castellano: Edic. Europa, Madrid, 1980). A su vez Derrida responde a esta crítica en «la retirada de la metáfora». (En Jacques Derrida, La deconstrucción en las fronteras de la filosofía, Paidos, 1989). <<
[44] Lacan, Jacques: «L’Etourdit» (Scilicet, 4, Ed. Seuil, París). En castellano: «El atolondrado, el atolondradicho o las vueltas dichas» (Escansión, 1, 1985, Buenos Aires). <<
[45] Lacan, Jacques: «Conférences et entretiens dans des universités nord-américaines». (Scilicet, n.º 6/7, 1976, Ed. Du Seuil, París). Es en Yale University (24-11-75) donde Lacan sostiene que todo lo que ha sido producido como ciencia es no verbal. Pues aunque para enseñar las ciencias debe ser utilizado el lenguaje, sin embargo las fórmulas científicas siempre se expresan por medio de pequeñas letras. «La ciencia se sostiene, en su relación con lo real, gracias al uso de pequeñas letras». Alguien le pregunta si de allí viene la importancia que él otorga al mathema en psicoanálisis. Lacan responde: «Es cierto que ensayo dar forma a algo así como núcleos del psicoanálisis, de la misma forma que estas pequeñas letras».
«Yo ensayé escribir una cierta fórmula, que expreso como puedo, con una S mayúscula que representa al sujeto y que tiene que ser barrado ($) después un pequeño signo (◊) y al fin un (a). Todo puesto entre paréntesis. Es una tentativa de imitar a la ciencia. Pues yo creo que la ciencia solamente puede comenzar así».
Alguien asevera que en psicoanálisis la matematización sería un anhelo imposible, que no sería jamás posible matematizarlo del todo. A lo cual Lacan contesta: «Yo no he dicho matematizarlo todo, sino comenzar a aislar un mínimo matematizable». <<
[46] En «L’insu que sait de l’une-bévue s’aile à mourre» (Ornicar? n.º 14), dice el 11-1-77: «El psicoanálisis no es una ciencia. No tiene su estatuto de ciencia, no puede sino aguardarlo, esperarlo. Es un delirio —un delirio del que se aguarda que lleve a una ciencia. ¡Podemos aguardar mucho tiempo! No hay progreso, y lo que se aguarda no es forzosamente lo que se recoge.
Es un delirio científico, pero eso no quiere decir que la práctica analítica llevará jamás a una ciencia. Esta ciencia tiene tanto menos oportunidades de madurar cuanto que es antinómica, y que, por el uso que tenemos de ella, sabemos que hay relaciones entre la ciencia y la lógica».
Estas palabras de Lacan vienen precedidas por un comentario sobre ciertos efectos de su discurso que lo han espantado un poco, esos son los términos que utiliza Lacan. El libro se llama Criptonimia de Nicolas Abraham y María Torok. «Hay una cosa que me sorprende aún más que la difusión, de la que se sabe que se hace, de esto que se llama mi enseñanza o mis ideas, en esta cosa que camina bajo el nombre de Instituto de Psicoanálisis, y que es el otro extremo de los agrupamientos analíticos. Lo que me asombra aún más es que el llamado Jacques Derrida haya hecho a este “Palabrero del Hombre de los Lobos”, un prefacio ferviente, entusiasta. Yo no encuentro, debo decirlo, a pesar de que haya comprometido las cosas en esta vía (el significante y el inconsciente), que ese libro ni el prefacio sean de muy buen tono. En el género delirio es un extremo. Y estoy espantado por eso, por sentirme más o menos responsable de haber abierto las exclusas». Consideramos que esta dura mención de Derrida en labios de Lacan se inscribe en la sorda polémica que mantienen por esos años. No olvidemos que los discípulos de Derrida, Jean-Luc Nancy y Philippe Lacoue-Labarthe habían publicado en 1973 El título de la letra (Edic. Buenos Aires, Barcelona, 1981), cuyas treinta últimas páginas habían suscitado la respuesta de Lacan en Encore (20-2-73). De este libro Derrida ha dicho que era fundamental e indispensable para una lectura rigurosa de Lacan. Así lo expresa (nota 2, pág. 119) en un texto (Le facteur de la verité-Poétique, n.º 21, París, 1975) traducido como El concepto de verdad en Lacan, Ed. Homo Sapiens, Buenos Aires, 1977. <<
[47] En La topología y el tiempo (Seminario inédito) dice: «La metáfora del nudo borromeo en su estado más simple es impropia. Es un abuso de metáfora, porque en realidad no hay cosa que soporte lo imaginario, lo simbólico y lo real». (9 de enero de 1979). <<
[48] Coloquio de la conferencia de Jacques Alain Miller «La topología en la enseñanza de Lacan» (en Matemas I, Ediciones Manantial, Buenos Aires, 1987). <<
[49] Lacan, Jacques: Seminario «Le Sinthome» en revista Ornicar? n.º 10. <<
[50] Lacan, Jacques: «Palabras sobre la histeria» (26-2-77). Publicado en revista Quarto (Bélgica). <<
[51] Al traducir Los no-incautos yerran hemos optado por la antigua versión en castella no del seminario realizada por la Escuela freudiana de Buenos Aires, ya consagrada pwor el uso. En la lista de títulos de los seminarios de Lacan de Paidós, el libro 21 se anuncia como Los desengañados se engañan. Preferimos jugar con la oposición verdad-error, con lo que ese errar tiene también de vagabundeo y extravío. <<
[52] Seminario «L’insu que sait…» (11-1-77): «En lo que respecta a lo real, se quiere identificarlo a la materia (la matière) yo propondría escribirlo el alma-a-tres (l’âme-à-tiers), homogéneo a los otros dos. Un tal Sanders Pierce estaba sorprendido por el hecho de que el lenguaje no expresa, propiamente hablando, la relación, que no permite una notación como xRy, que haría falta para eso una lógica ternaria y no binaria. Esto es lo que me autoriza a hablar de el alma-a-tres como de lo que necesita un cierto tipo de relación lógica».
Hemos traducido «l’âme-à-tiers» como «el alma-en-tercero» o «el alma-a-tres». Además de estas traducciones habría en castellano la posibilidad de respetar la homofonía, traduciendo «l’âme-à-tiers» como «matercia», que resulta ser una mínima deformación de «materia». Pero en este juego perdemos el alma de «el alma-en-tercero» o de «el alma-a-tres». Y creemos que «el alma» introducida por Lacan en el propio sonido de la materia merece ser tratada con especial atención. Tal vez el neologismo l’almateria contemple esto último. <<
[53] «Un significante nuevo» (17-5-77) en L’insu que sait… En los últimos párrafos, Lacan sostiene: «Un significante nuevo que no tendría ninguna especie de sentido, eso quizás sería lo que nos abriría a lo que yo llamo lo real. ¿Por qué uno no intentaría formular un significante que, contrariamente al uso que se hace de él actualmente, tendría un efecto?».
«Todo eso tiene un carácter extremo. No es sin alcance que yo sea introducido allí por el psicoanálisis. Alcance quiere decir sentido, eso no tiene otra incidencia. Siempre quedamos pegados al sentido. ¿Cómo no hemos todavía forzado las cosas para hacer la prueba de lo que daría forjar un significante que sería distinto?». <<
[54] “No hay nada más difícil de aprehender que este rasgo de l’une-bevue, por el que he traducido el Unbewusst, que quiere decir en alemán inconsciente”. Pero traducido por l’une-bevue, eso quiere decir muy otra cosa, —un escollo, un tropiezo, una patinada de palabra a palabra. (Lacan, L’insu que sait de l’une-bevue s’aile à mourre, 10-5-77). En la reunión siguiente (17-5-77), dice: “Hay una cosa en la que me arriesgué a operar en el sentido de la metalengua. La metalengua en cuestión consiste en traducir Unbewusst por une-bevue. Eso no tiene absolutamente el mismo sentido. Pero es un hecho que desde que duerme, el hombre une-bevue con todas sus fuerzas…”.
Respecto a la metalengua, el 8-3-77, dice en referencia a Dante: El ha creado, no lo que yo tampoco he creado, a saber un metalenguaje, sino una nueva lengua, lo que se podría llamar una metalengua. Toda lengua nueva es una metalengua, pero como todas las lenguas nuevas, se forma sobre el modelo de las antiguas, es decir que está fallada.
Y al iniciar (15-11-77) el seminario Momento de concluir sostiene respecto a la traducción: «… Es necesario metalenguar (métalanguer), es decir traducir, uno no habla jamás una lengua como no sea en otra lengua. Si he dicho que no hay metalenguaje, es para decir que el lenguaje no existe: no hay más que soportes múltiples del lenguaje que se llaman “lalengüa” (lalangue), y lo que sería necesario seguramente, es que el análisis llegue, por suposición, a deshacer por la palabra lo que es hecho por la palabra». <<
[55] «Le Sinthome» (16-3-76) Ornicar? Ed. Lyse. París, n.º 10. Transcribimos el párrafo sin traducir para que el lector acceda al modo en que Lacan se expresaba en esa época. «Tout objet, sauf l’objet dit par moi a, qui est un absolu, tout objet tient à une relation. L’ennuyeux est qu’il y ait le langage, et que les relations s’y expriment avec des épithètes. Les épithètes, ça pousse au oui ou non. Un nommé Charles Sanders Pierce a construit là-dessus sa logique à lui, qui, du fait de l’accent qu’il met sur la relation, l’amène a faire une logique trinitaire.
»C’est tout á fait la mème voie que je suis, à ceci près que j’apelle les choses dont il s’agit par leur nom - symbolique, imaginaire et réel, dans le bon ordre. Car pousser au oui ou non, c’est pousser au couple, parce qu’il y a un rapport entre langage et sexe, un rapport certs pas encore tout à fait précise, mais que j’ai, si l’on peut dire, entamé.
»Vous voyez ça! En employant le mot entamer, je me rends compte que j’ai fait une métaphore, et qu’est-ce qu’elle veut dire, cette métaphore? La métaphore, je peux en parler au sens général. Mais ce qu’elle veut dire, celle-la, je vous laisse le soin de le découvrir. La métaphore n’indique que ça —le rapport sexual. A ceci près qu’elle prouve de fait, du fait qu’elle existe, que le rapport sexuel, c’est prendre une vessie pour une lanterne. C’est ce qu’on peut dire de mieux pour exprimer une confusión— une vessie peut faire une lanterne à condition de mettre du feu à l’interieur, mais tant qu’il n’y a pas de feu, ce n’est pas une lanterne.
»D’oú vient le feu? Le feu, c’est le réel. Ça met le feu à tout, le réel. Mais c’est un feu froid. Le feu qui brûle est un masque, si je puis dire, du réel. Le réel en est à chercher de l’autre côté, du côté du zéro absolu. On y es quand même arrivé à ça. Pas de limite à ce qu’on peut imaginer comme hautes températures, pas de limite imaginable pour l’instant. La seule chose qu’il y ait de réel, c’est la limite du bas. C’est ça que j’apelle quelque chose d’orientable. C’est pourquoi le réel l’est». <<
[56] El Diccionario Larousse trae lo siguiente:
entamer v. tr. Empezar, comenzar, decentar, encentar (une denrée alimentaire) / Mermar, empezar a gastar (une somme d’argent) / Hacer mella en (fortune, prestige) / Cortar, herir ligeramente (faire une légère incision) / Emprender, iniciar (entreprende) / Figuradamente: empeñar, iniciar, entablar (entamer une conversation) / Mermar (entamer la réputation) / Militar: conquistar parte de.
entame primer pedazo o primera tajada, encentadura.
El Diccionario de María Moliner define:
encentar Decentar, encetar. Principiar una cosa de las que se comen o consumen, cortando el primer trozo de ella: «encetar un jamón».
El Diccionario Etimológico de Corominas y Pascual trae:
decentar empezar a cortar o a gastar de una cosa, empezar a hacer perder lo que se había conservado sano. Del anticuado encentar, y éste del antiguo y dialectal «encetar», voz común a los tres romances hispánicos, del latín «inceptare» empezar, emprender, frecuentativo de «incipere», empezar. <<
[57] Lacan, Jacques: Seminario 11. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Barral Editores. 1977. <<
[58] Miller, J. A.: «∑ (x)». Actes de l’ECF. Junio, 1987. <<
[59] Recordemos que Lacan, al interrogarse por el sujeto que soporta el nudo borromeo, llegó a formular la idea del nudo del trébol como resultante del establecimiento de una continuidad de los tres registros, continuidad propia del sujeto paranoico. En ese sentido, lalengua también auspicia lo que existe por fuera del discurso. (Ver Le sinthome, lección del 16-12-75). Según este criterio, mediante el anudamiento que se establece entre síntoma e inconsciente a través de las nominaciones, se produce una diferencia entre neurosis y psicosis. No obstante, vale la pena comentar un caso de psicosis en el que el sujeto atemperaba algunas de sus crisis persecutorias viajando a otras ciudades con el único objeto de inscribirse en el libro de cualquier hotel, bajo el nombre, siempre el mismo, de un extranjero. Para nosotros esto alude a la problemática cuestión de la nominación en la psicosis. <<
[60] Lacan, Jacques: Seminario Le moment de conclure, ed. multicopiada. <<
[61] Lacan, Jacques: conferencia «Joyce le symptôme», en Joyce avec Lacan. Navarin éditeur, 1987. París. <<
[62] Lacan, Jacques: Seminario RSI, lección del 13-5-75, en Ornicar? n.º 5. <<
[63] Lacan, Jacques: idem, lección del 17-12-74, figura 2. En Ornicar? n.º 2. <<
[64] Lacan, Jacques: idem, lección del 11-2-75 en Ornicar? n.º 4. <<
[65] Lacan, Jacques: Seminario Le Sinthome, lección del 13-1-76, en Ornicar? n.º 7. <<
[66] Heidegger, Martin: conferencia «El habla» en De camino al habla, Ediciones del Serbal, 1987, Barcelona. <<
[67] Miller, J. A: curso 1986-87, Ce qui fait insigne. <<
[68] Lacan, Jacques: Seminario RSI, lección del 21-1-75, en Ornicar? n.º 3. <<
[69] Lacan, Jacques: idem. <<
[70] Lom se lomellise, dice Lacan en «Joyce le symptôme (II)» (en Joyce avec Lacan). L.o.m.b.r.e. se laminilla o laminiza, propondríamos traducir al escuchar la resonancia de aquel párrafo de «Posición del inconsciente» (en Escritos 2, Siglo XXI, México) que decía: «Rompiendo el huevo se hace el Hombre (Homme) pero también la omelette u Hommelette». Sabemos que aquella hommelette de movimientos amiboides, ultraplana y omnisciente, verdadera cosa de cuento de terror, resulta ser la libido, para la cual Lacan proponía luego la palabra más decente de «laminilla» (lamelle). De allí que l.o.m., tantos años después, se lomellise. <<
[71] Lacan, Jacques: Seminario Le sinthome, lección del 18-11-75, en Ornicar? n.º 6. <<
[72] Lacan, Jacques: idem, lección del 13-1-76, en Ornicar? n.º 7. <<
[73] Lacan, Jacques: Seminario 11. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Epílogo del 1 de enero de 1973. <<
[74] Lacan, Jacques: Seminario R. S. I. <<
[75] Lacan, Jacques: Seminario RSI, lección del 11-2-75, en Ornicar? n.º 4. <<
[76] Lacan, Jacques: El Atolondradicho, Escansión n.º 1, 1984, Buenos Aires, p. 17. <<
[77] Lacan, Jacques: Seminario Le moment de conclure, lección del 11-4-78. <<
[78] Lacan Jacques: Seminario Le sinthome, lección del 13-1-76. <<
[79] Lacan, Jacques: Seminario Le moment de conclure, lección del 20-12-77. <<
[80] Respecto de la diferencia entre Anfang y Beginn en Heidegger, y especialmente en relación al término escogido para traducir Anfang, inicio, ver: Conceptos Fundamentales, Martin Heidegger, Alianza Editorial, Madrid, 1989. Especialmente nota del traductor, Manuel Vázquez García, en pág. 34. Antes, Félix Duque tradujo Anfang por inicio de El camino del pensar de Martin Heidegger de Otto Pöggeler. Alianza, Madrid, 1986, ver capítulos 7, 8 y 9. <<
[81] En cuanto a la cuestión homosexual-heterosexual, se encuentra en L’Etourdit y en Encore. Así como en las conferencias sobre Joyce se encuentran las claves de l.o.m.b.r.e. Sobre las consideraciones de Lacan acerca de la poesía china, hay múltiples referencias, especialmente desde 1962, en el seminario L’identification. Consultar en Ornicar? «L’insu que sait de l’une bevue s’aile a mourre». <<
[82] Heidegger, M. Tiempo y ser. Madrid: Tecnos, 1999. <<
[83] Barañano, Kosme de: Heidegger-Husserl-Chillida. El concepto de espacio en la filosofía y la plástica del siglo xx. Universidad del País Vasco, 1992. Esta enumeración de teorías del espacio y del origen de la idea de espacio pertenecen a Ferrater Mora, a quien cita el autor, p. 28.
En dicho estudio Barañano afirma: «Heidegger ha invertido el planteamiento del problema espacial, e incluso ha invertido el sentido aristotélico de que las cosas están en el espacio, volviendo en el fondo, a la concepción leibniziana. Pero no ha partido del análisis de las cosas con respecto al espacio. Hay que configurar el sentido del lugar pues el lugar construído habla del lugar habitado, y así refiere sus contenidos espaciales». Y punto y seguido Barañano otorga: «El mismo psicoanálisis al reivindicar la palabra, lo que ha señalado ha sido el valor del habla cuando se la reconoce en el espacio, en el lugar que funda el deseo humano y su relación con el otro: la palabra adquiere su valor en la relación de la frase, del contexto, en el lugar, en la configuración del lugar», p. 30. <<
[84] Chillida, Eduardo. Entrevistado por Sol Alameda. El País Semanal, 11-2-96. <<
[85] Belloti, Evaristo: «Zag: poco, más, nada y menos», en Correo n.º 46, abril 1996. Edita: Sección de Madrid de la EEP. <<
[86] Marin Medina, José: José Luis Fernández. Cuerpo y forma de su escultura. (p. 12) Madrid. Edarcón, 1980. <<
[87] Idem, p. 12. <<
[88] Idem, p. 13. <<
[89] Idem, p. 14. <<
[90] Huici, Fernando: en Elogio del Horizonte, Eduardo Chillida, p. 36. Oviedo. Progreso Editorial 1990. <<
[91] Idem, p. 37. <<
[92] Chillida, Eduardo. Texto de la película Chillida. Dirección: Lawrence Boulting. Waveband Film Productions y wdr köln. Coproducción de RMArts Euskal Telebista. 1985. <<
[93] Samaniego, Fernando. «Chillida penetra en una montaña sagrada». El País, 30 julio 1995. <<
[94] Idem. <<
[95] Marín Medina, José: op. cit., p. 15. <<
[96] Idem, p. 16. <<
[97] Heidegger, Martin: El arte y el espacio.(Traducción de Kosme de Barañano) en el libro: Barañano, Kosme de: Chillida-Heidegger-Husserl. El concepto de espacio en la filosofía y la plástica contemporánea. p. 59. <<
[98] Heidegger, Martin. op. cit., p. 53. <<
[99] Idem, p. 16. <<
[100] Idem, p. 59. <<
[101] Escher, Maurits Cornelis. The world of M.C. Escher. Harry Abrams, Inc. New York, 1988. <<
[102] Duque, Félix: «Atalaya de encuentros» en el catálogo citado, p. 15. <<
[103] Idem, p. 17. <<
[104] Lacan, Jacques: La ética del psicoanálisis. Seminario VII. p. 67. Buenos Aires. Paidós, 1988. <<
[105] Idem, p. 126. <<
[106] Idem, p. 74. <<
[107] Idem, p. 80. <<
[108] Idem, p. 138. <<
[109] Idem, p. 89. <<
[110] Idem, p. 148. <<
[111] Heidegger, Martin: «La Cosa», (traducción de Víctor Sánchez de Zavala) en Referencias en la obra de Lacan n.º 2. Buenos Aires. Biblioteca Campo Freudiano. La última frase del artículo «La Cosa» procede del libro: Cerezo, Pedro: Arte, verdad y ser en Heidegger. Madrid. F.U.E. 1963. <<
[112] Lacan, Jacques: op. cit. p. 149 <<
[113] Idem, p. 151. <<
[114] Idem, p. 146. <<
[115] Idem, p. 172. <<
[116] Idem, p. 172. <<
[117] Jordá Cerdá, Francisco: «Sentido y significación del arte rupestre peninsular», en Arte Rupestre en España. Madrid. Zugarto Ediciones, 1987. <<
[118] Maderuelo, Javier: El espacio raptado. (p. 180). Madrid. Mondadori, 1990. <<
[119] Idem, p. 182. <<
[120] Chillida, Eduardo: en el artículo: «Chillida penetra en una montaña sagrada» de Fernando Samaniego. El País, 30-7-95. <<
[121] Chillida, Eduardo: idem. <<
[122] Maderuelo, Javier: op. cit., (p. 184). <<
[123] Idem, p. 189. <<
[124] Idem, p. 192. <<
[125] Chillida, Eduardo: Texto de la película Chillida. Dirección: Lawrence Boulting op. cit. <<
[126] Bazal, Jesús. Texto de presentación del libro El peine del viento. Eduardo Chillida-Luis Peña Ganchegui. Pamplona. Q Editions, 1986. <<
[127] Chillida, Eduardo. Conversación en Intz Enea. En obra citada. <<
[128] Jünger, Ernst: «Sobre la línea»; Heidegger, Martin: «Hacia la pregunta del ser». En Acerca del nihilismo. Paidós I.C.E./U.A.B. Barcelona. 1994. <<
[129] Idem, p. 53. <<
[130] Idem, p. 85. <<
[131] Idem, p. 77. <<
[132] Idem, p. 78. <<
[133] Idem, p.p. 53 y 102. <<
[134] Jünger, Ernst. La emboscadura. Tusquets, Barcelona 1994, p.p. 171-172. <<
[135] Acerca del nihilismo. op. cit., p.p. 122-125. <<
[136] Idem., p. 107. De ahí en adelante, Heidegger escribe el ser tachado. <<
[137] Heidegger, Martin: «Construir, habitar, pensar», en Conferencias y artículos. Serbal, Barcelona 1994. La referencia al Geviert está especialmente detallada en este articulo, pero se la encontrará también en otros de esta época, la década del cincuenta. <<
[138] Lacan, Jacques: Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Paidós. Buenos Aires, 1989. p. 279. <<
[139] Acerca del nihilismo. op. cit., p. 105. <<