
NUEVE
EN EL ABSOLUTION
—ESO NO ES SUFICIENTE —DICE CARDINAL, FRUNCIENDO EL CEÑO.
—Preguntaste cómo llegó Brendol a Parnassos, ¿o no?
—Sí, pero esta historia no es importante. Sólo es más de lo mismo —Cardinal frunce el ceño—. Phasma es grande. También es una mentirosa. Carece de honor. Tal vez mintió un poco, pero fue por el bien mayor. A la Primera Orden no le importa nada de eso.
—Pero debería importarte a ti. Ella es la suma total de sus historias, ¿sabes?
La droide lanza un pitido para hacer una pregunta.
—Buena pregunta. ¿Cómo eliges las historias que cuentas? ¿Cuál es tu intención?
Vi lanza una tos seca y espera a que él le ofrezca un sorbo de agua antes de hablar de nuevo.
—Te estoy contando todo esto porque, como dije, he estado investigando todos los grandes nombres de la Primera Orden y tú estás en la lista. No encuentro una sola marca negra en tus registros. Tengo archivos y más archivos como prueba de que no eres una mala persona. Tienes tus principios y te apegas a ellos. Eres un gran soldado. Practicas lo que predicas. Los chicos que se gradúan de tu programa de entrenamiento te adoran. Ni siquiera puedo encontrar una manera de odiarte, a pesar de que todavía huelo la carne quemada de los electrochoques que me diste. Así que me imagino que todo esto puede tener dos desenlaces. O usas lo que te doy para acabar con la Capitán Phasma, o te das cuenta realmente para quién estás trabajando y desertas. De cualquier manera, yo gano.
Cardinal se echa hacia atrás en su silla y lanza una carcajada, mirándola como si se hubiera vuelto loca.
—Eres una tonta —dice, sacudiendo la cabeza—. Todo lo que me has dicho es lo que ya sé: la Capitán Phasma desea hacer todo lo necesario para dar gloria a su gente. Ella hizo exactamente lo que la Primera Orden hubiera hecho en esa situación, lo que nadie más tuvo el valor de hacer, lo que aseguraría prosperidad para su gente. Ni siquiera yo puedo encontrar algo malo en eso. Y quisiera encontrarlo. No, vas a tener que darme algo más si quieres salir viva de esto y si quieres mantener a salvo a tu hermano.
Ante la mención de Baako, Vi le muestra los dientes.
—Ah, pero ese no fue el final de la historia —ella sisea—. Ni siquiera he llegado a lo bueno.