AGRADECIMIENTOS
Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana, o tal vez en 2015, compré un cupcake de vainilla en la tienda de abarrotes porque tenía un anillo de Darth Vader metido en el glaseado. Mientras sostenía el cupcake, pedí un deseo: quería escribir una novela de Star Wars. Unas semanas después de meter ese cupcake en mi boca y devorarlo de dos gigantescos y sucios bocados, me invitaron a escribir The Perfect Weapon. Un año más tarde, me ofrecieron el inmenso honor de escribir Phasma.
Llegar a escribir historias en el universo de Star Wars es un sueño hecho realidad y estoy muy agradecida por la oportunidad de formar parte de algo que ha sido tan importante a lo largo de mi vida. Me gustaría agradecer a todos los que trabajan en Del Rey Star Wars, incluidos Elizabeth Schaefer, Tom Hoeler, Jen Heddle, Shelly Shapiro, Michael Siglain, David Moench, Julie Leung, el Story Group y la gente de publicidad que nos cuida tanto como autores en las convenciones (y en todos los demás lugares). Gracias a mi agente, Kate McKean, por ayudarme a navegar aunque no esté muy segura de quién es Yoda. Gracias a mis mejores amigos, Kevin Hearne y Chuck Wendig, quienes pasaron sus invaluables conocimientos acerca de los cánones de la escritura, además del apoyo de Ty Franck, Daniel Abraham, Matt Stover, Christie Golden, Claudia Gray, Tim Zahn, Janine K. Spendlove, Beth Revis, E. K. Johnston, Kelly Thompson… diablos, a todos los asombrosos autores de Star Wars, con abrazos adicionales al #StarWarsGirlGang.
Estoy muy agradecida con todos los que leen mis libros y con quienes revisan, transmiten, retuitean, bloguean o se toman el tiempo de dispersar la palabra de otras maneras. Los fanáticos de Star Wars son los mejores. Gracias a la 501st por invitarnos a su asombrosa fiesta en la Star Wars Celebration Orlando… y por hacer tanto bien en el mundo. Además, una gran felicitación a todos los cosplayers de Bazine Netal y la Capitán Phasma. Dudo que alguna vez deje de lanzar grititos cuando veo sus asombrosos disfraces.
Gracias a mi esposo, Craig, por ser siempre mi mayor fanático y mi persona favorita, y por ser tan nerd sobre Star Wars como yo… pero, una vez más, debes sentirte muy mal por matarme con un noghri. Gracias a mis hijos, cuyos nombres se han colado secretamente en este libro, por ser increíbles. Gracias a mi mamá, Linda, por ayudarme a reñir con los padawans mientras yo estaba escribiendo. Y gracias a mi muy amada Princesa Kneesaa de felpa, quien ha estado conmigo desde la Navidad de 1983. Soy y siempre seré el #TeamMurderbear.
Que la Fuerza los acompañe a todos ustedes, ¡y gracias por leer!