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Viernes Santo, 14:45 horas
La pizarra blanca se dividía en cinco columnas. En lo alto de cada una había un misterio doloroso: AGONÍA, FLAGELACIÓN, CORONACIÓN, VÍA CRUCIS, CRUCIFIXIÓN. Debajo de cada titular, salvo el último, había una foto de la víctima respectiva.
Jessica informó al grupo de trabajo sobre lo que había sacado en claro de sus lecturas y de su conversación con Eddie Kasalonis, así como sobre lo que el padre Corrio les había contado a Byrne y a ella.
—Los misterios dolorosos ocupan la última semana de la vida de Cristo —les dijo Jessica—. Y, si bien las víctimas se descubrieron de manera desordenada, nuestro autor parece seguir el orden estricto de los misterios.
»Como ya seguramente todos sabéis, hoy es Viernes Santo, el día en que Cristo fue crucificado. Sólo queda un misterio: la Crucifixión.
Se había colocado un coche patrulla en cada iglesia católica de la ciudad. A las tres y veinticinco, llegaron informes de incidentes registrados por doquier. La hora de las tres en punto de la tarde de las doce a las tres era el tiempo que se creía que Cristo había permanecido clavado en la cruz —había transcurrido en todas las iglesias católicas sin novedad alguna reseñable.
A las cuatro, se pusieron en contacto con todas las familias de las chicas de la lista encontrada en el coche de Brian Parkhurst. Se preguntó por todas las chicas restantes y, procurando no causar un pánico innecesario, se aconsejó a las familias que se mantuvieran vigilantes. Se destinó un coche a cada una de las casas de las chicas para su protección.
¿Por qué estaban en la lista aquellas chicas y qué tenían en común para figurar en una misma lista? Era la pregunta que todos se hacían. El grupo especial había cotejado los distintos clubes a los que pertenecían las chicas, así como las iglesias que frecuentaban, el color del pelo y los ojos, el origen étnico, sin sacar nada en claro.
Cada uno de los seis detectives del grupo especial visitaría a una de las seis chicas que quedaban en la lista. La solución al enigma de aquellos horrores, estaban seguros, debía encontrase en ellas.