36 Clonación

La famosa oveja Dolly nació el 5 de julio de 1996. Creada por Keith Campbell e Ian Wilmut, del Instituto Roslin en Edimburgo, fue el primer mamífero obtenido mediante la clonación de una célula adulta. Dado que el ADN clonado se obtuvo de una glándula mamaria, Campbell y Wilmut le dieron a la oveja el nombre de una cantante de country con abundante pecho, Dolly Parton.

Aunque ya se habían clonado ranas y peces, y en la década de 1980 varios científicos rusos habían clonado un ratón, al que llamaron Masha, mediante la introducción del núcleo de una célula madre embrionaria (CME) en un óvulo vacío, sin embargo, hasta aquel momento, todos los intentos para conseguir que un embrión de mamífero aceptara el ADN de un animal adulto habían fracasado. En los mamíferos hay ciertos genes que son esenciales para el desarrollo embrionario y que siempre están desactivados en las células somáticas adultas, a través de un proceso denominado metilación, lo que aparentemente hacía imposible la clonación.

Sin embargo, Campbell y Wilmut extrajeron el núcleo de una célula somática (adulta) de una oveja y lo introdujeron en un óvulo al que previamente habían extraído el núcleo; después, estimularon la división celular mediante la aplicación de corrientes eléctricas, método, al parecer, capaz de reprogramar el núcleo y de deshacer la metilación. Dolly compartía todo su ADN nuclear con el de la célula somática donante. Solamente el ADN de sus mitocondrias procedía de la oveja que había aportado el óvulo.

La técnica denominada transferencia del núcleo de la célula somática (SCNT, somatic cell nuclear transfer), no era eficiente: necesitaron hasta 277 intentos para conseguir el nacimiento de Dolly. No obstante, abrieron una línea de trabajo llena de expectativas.

Clonación terapéutica Las CME pueden crecer en cualquier tejido del cuerpo y, por tanto, podrían sustituir a células enfermas o dañadas. La SNCT hizo ver que la «clonación terapéutica» podría llegar a tener utilidad médica. Si fuera posible obtener células madre procedentes de un embrión clonado a partir del paciente, tendrían su mismo código genético y sería posible trasplantarlas sin temor al rechazo por parte del sistema inmunitario.

La SCNT también podría permitir la creación de modelos de enfermedad. Sería posible utilizar el ADN de pacientes con diversos procesos patológicos con el objetivo de obtener CME clonadas portadoras de los defectos genéticos, y evaluar nuevos fármacos. Sin embargo, sería necesaria, en primer lugar, la clonación de embriones mediante la técnica SCNT, una tarea que se enfrentaba a dos obstáculos: uno de tipo ético y otro de tipo técnico. Incluso personas que aprueban la investigación con CME ponen objeciones a la clonación terapéutica, ya que esta línea de trabajo permitiría avanzar en el camino de la clonación de bebés humanos. La cuestión técnica más importante es que, aunque la SCNT se utilizó enseguida para la clonación de ratones, cerdos, ganado vacuno y gatos, su aplicación en los primates es mucho más difícil.

Alimentos clonados

Las posibilidades de la clonación no se limitan a la medicina, sino que sus primeros resultados posiblemente van a tener lugar en el terreno de la cría de animales de granja. La técnica SCNT se puede utilizar para clonar el ganado de primera con capacidades excepcionales para la producción de leche o de carne, con el objetivo preservar los perfiles genéticos que hacen que estos animales tengan valor para los ganaderos. Los clones de estos animales no deberían ser sacrificados (son demasiado caros), sino que tendrían que ser utilizados como animales de cría.

Las agencias de seguridad alimentaria estadounidense y europea han declarado que no hay razones científicas para considerar que la carne procedente de los animales clonados y de sus descendientes no sea segura para el consumo humano. La principal objeción se basa en el bienestar de los animales: las técnicas de clonación son todavía ineficientes y muchos de los clones presentan malformaciones congénitas. En cualquier caso, podemos apostar, con toda seguridad, que la carne y la leche de estos animales va a llegar pronto a nuestras mesas.

El asunto Hwang Los países que permiten la investigación con CME consideran que el potencial médico de la clonación terapéutica compensa los riesgos que conlleva y han permitido esta aplicación de la SCNT, aunque han prohibido su uso en la reproducción humana. En febrero de 2004, un grupo de científicos de Corea del Sur consiguió superar las dificultades técnicas de este proceso. En un artículo publicado en la revista Science, un equipo de investigación dirigido por Woo-Suk Hwang comunicó la creación del primer embrión humano clonado en todo el mundo y también la extracción de CME. En mayo de 2004 Hwang anunció un logro aún mayor, la creación de 11 líneas de CME, cada una de ellas genéticamente correspondiente a un paciente distinto. Finalmente, también señaló haber refinado hasta tal punto la técnica del SCNT que eran suficientes menos de 20 óvulos para la producción de una colonia de células clonadas.

Sin embargo, era demasiado bueno como para ser verdad. En noviembre de 2005 se descubrió que sus células madre clonadas habían sido falsificadas. Con respecto a sus supuestos logros, sólo la creación de Snuppy (el primer perro clonado) resistió un análisis genético independiente. Hwang había cometido un gran fraude científico.

En 2005, un equipo de la Universidad de Newcastle y dos compañías norteamericanas dieron un paso importante hacia la clonación de embriones humanos. Ninguno de estos grupos ha conseguido todavía producir células madre clonadas, pero sí han podido extraerlas a partir de embriones de mono clonados.

En cualquier caso, la clonación terapéutica ha perdido interés desde el asunto Hwang. Los óvulos humanos son esenciales, y siempre habrá una gran escasez, ya que no se pueden donar sin riesgos. Es decir que, incluso si fuera posible clonar células a partir de los pacientes, la técnica sería prohibitivamente cara. En lo que se refiere al tratamiento, muchos consideran que sería más práctico utilizar células madre pluripotentes a partir de técnicas de reprogramación de los tejidos adultos o bien de bancos de CME convencionales genéticamente compatibles con las de los pacientes.

«El tiempo y el dinero necesarios para conseguir estas soluciones específicas de clonación hacen que sea poco probable que la SCNT llegue a convertirse en una solución práctica y de uso generalizado.»

Ruth Faden, científica especializada en células madre

Otra estrategia en el terreno de la investigación es el uso de la SCNT para introducir núcleos de células humanas en óvulos vacíos de animales, con el objetivo de crear «híbridos citoplásmicos» portadores de un material genético que sería humano en el 99,9%. Aunque este método no tendría utilidad terapéutica, permitiría crear modelos celulares de enfermedades. La técnica SCNT que permitió crear a la oveja Dolly no podrá emplearse nunca para la creación de células clonadas que sirvan para producir órganos susceptibles de ser trasplantados a los pacientes, pero todavía puede ser una herramienta médica de gran valor.

Parque jurásico

En la película Parque jurásico, estrenada en 1993, se consigue revivir a los dinosaurios mediante técnicas de clonación, utilizando el ADN de mosquitos que se habían alimentado de su sangre y que permanecieron conservados en ámbar. A pesar de su gran poder de convicción, no deja de ser ciencia ficción, y la mayor parte de los científicos lo considera imposible en la práctica. El ADN de las criaturas que vivieron hace decenas de millones de años estaría, casi con total seguridad, demasiado degradado para su posible uso en técnicas de clonación. Por encima de todo, estos animales no tienen parientes vivos suficientemente cercanos en cuyos óvulos se pudiera inyectar el ADN de los dinosaurios.

Sin embargo, la clonación se podría utilizar para hacer revivir a criaturas que se han extinguido en épocas más recientes. En Australia se está llevando a cabo un proyecto para clonar el tigre de Tasmania a partir del ADN del último animal conocido, que murió en 1936. También sería posible hacer revivir al mamut: parece que un espécimen excepcional recuperado del permafrost siberiano contiene un ADN de calidad suficiente como para justificar el intento. El elefante podría actuar como donante de óvulos y como madre sustituta.

Cronología:

1952: Clonación de la primera rana

1986: Clonación de un ratón con uso del núcleo de una célula madre embrionaria

1996: Ian Wilmut (nacido en 1944) y Keith Campbell (nacido en 1954) crean la oveja Dolly

2004: Woo-Suk Hwang (nacido en 1953) comunica la creación del primer embrión humano clonado

2005: Se demuestra que la investigación de Hwang era un fraude; sin embargo, un equipo británico tiene éxito en el objetivo de la clonación de un embrión humano

La idea en síntesis: los clones son copias genéticas