LIBRO SEGUNDO

Pertrechados con las armas que les proporcionaban la asociación agraria y algunos economatos del ejército, los camisas negras se desplazaban hasta sus destinos en camiones. Cuando llegaban, empezaban por apalear a cualquier transeúnte que no se quitara el sombrero ante la bandera, o a cualquiera que llevara una corbata, pañuelo o camisa de color rojo. Si alguien protestaba o intentaba defenderse, si alguien increpaba o agredía a un fascista, el «castigo» se hacía más severo. Irrumpían en los edificios y... tiraban abajo las puertas, arrojaban muebles, libros y víveres a la calle, los rociaban con petróleo y les prendían fuego. Cualquiera que se hallara en los alrededores pagaba su error con una brutal paliza, cuando no con la propia vida...

Rossi, El ascenso del fascismo italiano (1983)

Los primeros días de diciembre son los más propicios para el apareamiento de las aves... Todos los machos y hembras deben poder elegir a su pareja. Su rendimiento será más elevado si se les consiente que sean ellos quienes tomen esa decisión. ¿Acaso no son más felices los hombres y mujeres que eligen libremente a su pareja que quienes se ven forzados a casarse «de penalti» o por cualquier otra circunstancia ajena a su voluntad?

Tanto los machos como las hembras pueden dar excelentes resultados en las carreras durante muchos años, pero se ha comprobado que, si se muere uno de los miembros de la pareja, el superviviente nunca vuelve a ser el que fue.

Joseph Rotondo, Acerca de las palomas de carreras (1987)