CANTO DE LOS ESPÍRITUS SOBRE LAS AGUAS
El alma del hombre
se asemeja al agua:
viene del cielo,
al cielo sube
y de nuevo tiene que
volver a la tierra
eternamente cambiando.
Salta de la alta
roca escarpada
el chorro puro,
se vaporiza suave
en ondas nubosas
hacia la roca lisa,
y fácilmente recibido
bulle celando,
susurrando
hacia los fondos.
Destácanse peñas
hacia el precipicio,
espumea despechado
escalonadamente
hasta el abismo.
En lecho llano
se arrastra hacia el valle verde,
y en el liso lago
apacientan sus rostros
las estrellas.
El viento es de la onda
encantador galán;
el viento mezcla a fondo
espumosas olas.
¡Alma del hombre,
cómo te asemejas al agua!
¡Destino del hombre,
cómo te asemejas al viento!
1779