ROSA DEL PRADO
Vio un joven una rosita,
rosita en el prado,
era tan joven y linda,
corrió a mirarla cerquita,
la vio todo encantado,
rosita, rosita roja,
rosita del prado.
El joven dijo —¡te quiero,
rosita del prado!
La rosa dijo: te hiero,
y pensarás en mí luego
y no quiero soportarlo.
Rosita, rosita roja,
rosita del prado.
Y el joven bruto quebró
la rosita del prado;
la rosa en defensa hirió,
ay ni dolor la ayudó,
tuvo que soportarlo.
Rosita, rosita roja,
rosita del prado.
1773