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Vida del coronel Manuel Andrade,
héroe de la Independencia Sudamericana
En la ciudad de Montevideo, parte integrante por ese entonces del Virreinato del Río de la Plata, aproximadamente en junio de 1790, siendo sus padres don Pedro Javier Andrade, español, y Doña Antonia Tadea Arroyo, uruguaya, nació el coronel Manuel Andrade. Fueron sus hermanos Juan José y Anselmo, quienes sirvieron como militar y marino, respectivamente, en la guerra contra el Imperio del Brasil.
Muy tempranamente, cuando todavía vibraban los ecos de los clarines de Mayo tocando generala y llamando a las armas a los hijos de la tierra, el joven Manuel Andrade se incorporó a las fuerzas que organizó la Junta revolucionaria, sentando plaza como soldado distinguido en el Regimiento N.º 6 de Infantería. Corría el mes de julio de 1810.
Con este Regimiento, marchó incorporado al Ejército Auxiliar en la expedición a las provincias interiores, a las órdenes del coronel Francisco Antonio Ortiz de Ocampo.
Se halló en la represión de la rebelión de Liniers en la provincia de Córdoba; así como también en el combate de Cotagaita, el 27 de octubre, y en la victoria de Suipacha, el 7 de noviembre del mismo año. El 14 de febrero de 1811 fue nombrado cadete de la 3.ª compañía del 1er. batallón de su Regimiento, estando acampado en Oruro el Ejército Auxiliar. El 16 de abril de igual año era promovido a subteniente de bandera de su cuerpo.
Con esta jerarquía se halló en la desgraciada batalla de Huaqui o Yuraicoragua, el 20 de junio de aquel año. Participó en el repliegue de los restos del Ejército después de este contraste. Asistió al combate del río de las Piedras, el 3 de septiembre de 1812, y a la gloriosa batalla de Tucumán, el día 24 de este mismo mes. Por sus merecimientos en esta campaña, fue ascendido a teniente de la 2.ª compañía del Batallón de Cazadores, de nueva creación, el 16 de octubre del mismo año, grado con el cual se halló en la batalla de Salta, así como también en el avance ofensivo del Ejército de Belgrano en el Alto Perú. Recibió los escudos otorgados por las dos últimas acciones citadas.
Promovido a ayudante mayor con grado de capitán del Regimiento de Dragones del Perú, el 26 de septiembre de 1813, se batió con este cuerpo en las desgraciadas jornadas de Vilcapugio y Ayohuma, el 1.º de octubre y el 14 de noviembre de este mismo año. Durante la retirada del Ejército Patriota, después de la última batalla citada, el ayudante Andrade cayó prisionero a causa de estar gravemente herido y haberse fracturado un muslo, razón por la cual no podía sostenerse sobre el caballo; siendo capturado a pesar de la heroica defensa que hicieron de su persona los valerosos soldados Gaona y Alderete, que cayeron en poder del enemigo a causa de la intrépida resolución de salvar a su superior.
El ayudante mayor con grado de capitán Manuel Andrade permaneció en las Casas Matas del Callao por espacio de siete años, hasta que fue canjeado por el general San Martín el 12 de diciembre de 1820, incorporándolo al Batallón de Cazadores, en calidad de capitán graduado de sargento mayor.
Formando parte del 11 de Infantería hizo la segunda campaña a la Sierra, bajo las órdenes del general Juan Antonio Álvarez de Arenales. Se halló en la toma de Lima, el 10 de julio de 1821, y fue condecorado con la Medalla de Oro que tenía el lema «Yo fui del Ejército Libertador». Se halló en el primer sitio y toma del Callao, el 21 de septiembre de aquel año, recibiendo poco después la medalla de oro otorgada por el Protector a los que participaron en aquella campaña. Se halló en la defensa de Lima del 3 al 25 de septiembre de 1821.
El general San Martín le otorgó despachos de teniente coronel graduado del Regimiento 11 de los Andes, el 22 de diciembre de aquel año. Hizo la primera campaña a la Costa Sud, a las órdenes del general Domingo Tristán, asistiendo a la batalla de Ica, el 6 de abril de 1822. Recibió la efectividad de teniente coronel el 22 de noviembre de este mismo año, pasando a mediados de 1823 a formar parte del Regimiento «Río de la Plata», en calidad de 2.º jefe, siendo este cuerpo organizado con los restos de los batallones de Infantería del Ejército Libertador que habían sufrido grandes disminuciones en sus efectivos, excepción hecha del 11 de los Andes, que continuó conservando este nombre.
Con el Regimiento «11 de los Andes», Andrade participó en la desdichada campaña a Puertos Intermedios, bajo las órdenes del general Rudecindo Alvarado. Se halló en la acción de Calana, el 1.º de enero de 1823, bajo el superior comando del general Enrique Martínez, comandante de la vanguardia de Alvarado, donde los independientes lograron hacer batir en retirada al famoso general Gerónimo Valdez. Tomó parte en las sangrientas y desgraciadas batallas de Torata y Moquehua, el 19 y el 21 del mismo mes de enero, mandando la columna de cazadores del Ejército Patriota, siendo el comandante Andrade uno de los que pudieron escapar de aquel tremendo desastre, que redujo las fuerzas expedicionarias de 4000 a un millar de hombres, que apresuradamente embarcaron rumbo al Callao.
Se halló luego en la batalla de Junín, y encargado por el General Bolívar de una expedición sobre las costas del Sud, libertó la provincia de Ica, siendo nombrado Comandante General de la Costa Intermedia, con asiento en la última ciudad mencionada.
A principio de 1825 fue designado por Bolívar prefecto del Departamento de Ayacucho, cargo que ejerció hasta fines de julio del mismo año, que dimitió. Recibió finalmente la medalla con el busto del Libertador mandada grabar aquel año.
En abril de 1826, regresa a la Patria. Proveniente de Ayacucho llega a Mendoza donde lo aguarda una orden del Ejército Argentino: formar en esta ciudad un Batallón de Granaderos y en San Juan unos Escuadrones de Caballería, destinados a las fuerzas en operaciones contra el Brasil, tarea que impidieron los gobiernos de ambas provincias por influencia de Juan Facundo Quiroga, introduciendo el desorden y la indisciplina en tales cuerpos, que se disolvieron.
Con fecha 22 de febrero de 1827, el Presidente Rivadavia le extendió despachos de coronel del Regimiento 7.º de Caballería de Línea, cuerpo que se hallaba a la sazón destacado en el Fuerte Kaquel, Frontera Sud de la Provincia de Buenos Aires, con el que pasó más tarde al Fuerte Independencia.
El 1.º de marzo del mismo año de 1827, le fueron revalidados sus despachos de coronel graduado de la disuelta División de los Andes.
El coronel Manuel Andrade es un orgullo del Ejército y de la Patria, a los que ha dedicado su vida, pues ambos, indisolublemente, se identifican.