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El misterio de la mansión de la horca (1)

EL MISTERIO DE LA MANSIÓN DE LA HORCA,

FAMOSA EN SETAGAYA

¿Quién ha comprado el solar, maldito por el suicidio de una familia completa?

¡¿Qué está ocurriendo en ese rincón de la zona residencial?!

Del número del 7 de diciembre de la revista semanal.

Situado en 2-Chome, …Setagaya-ku, el lugar es bien conocido como «la mansión de la horca». El solar, de unos trescientos treinta metros cuadrados, está situado en un tranquilo barrio de la zona alta. La casa, orientada al sur, soleada, resulta idónea como vivienda, pero todos cuantos conocen su historia afirman que no la aceptarían ni regalada. Esto se debe a que quienes se instalaron en aquel terreno tuvieron, sin excepción, un final aciago. De la investigación realizada se desprende que, de entre quienes compraron el solar y vivieron en él, nada menos que siete personas se quitaron la vida optando, en la mayoría de los casos, por el ahorcamiento o la asfixia [se omite la descripción del suicidio de las personas fallecidas hasta el momento].

UNA EMPRESA FANTASMA COMPRA EL TERRENO SINIESTRO

En el lugar aún se recuerda el suicidio de la familia de Kooichi Miyawaki (foto I), propietario de la prestigiosa cadena de restaurantes Roof Top Grill con central en Ginza, como el caso más reciente de una serie de horribles sucesos que no pueden ser considerados, bajo ningún concepto, como meras coincidencias. Hace dos años, Miyawaki contrajo grandes deudas al quebrar sus negocios, vendió todos sus establecimientos e hizo declaración de suspensión de pagos, lo que impidió que fuera acosado por el sistema de financiación privada. Finalmente, en enero de este año, mató a su segunda hija, Yukie (catorce años), estrangulándola con un cinturón en un hotel de la ciudad de Takamatsu. A continuación se quitó la vida junto con su esposa Natsuko, ahorcándose ambos con unas sogas. Se desconoce el paradero de la primogénita, estudiante universitaria en aquel momento. Miyawaki conocía los siniestros rumores relacionados con el solar cuando lo compró, en abril de 1972, pero los ignoró creyendo que se trataba de simples casualidades. Tras comprarlo, mandó derribar la casa, deshabitada durante largo tiempo, y allanar el terreno. Como precaución, solicitó la presencia de un sacerdote sintoísta para que librara el terreno de la maldición, y sólo entonces construyó la casa de dos plantas. Según los vecinos, las hijas eran alegres y la familia parecía muy unida. Once años después, la familia Miyawaki era azotada repentinamente por una tragedia del destino.

En otoño de 1983, Miyawaki se deshizo del terreno y de la vivienda, hipotecados ambos, para respaldar un préstamo. Debido, sin embargo, a una discordia entre los acreedores con respecto al orden en la devolución de la deuda, la resolución quedó aplazada. Hasta el verano del pasado año no hubo finalmente acuerdo por mediación del juzgado y fue posible la expropiación. El terreno fue vendido por un precio bastante inferior a su valor real a una importante empresa inmobiliaria, Terrenos y Construcciones…, con sede en Tokio. En un primer momento, la empresa derribó la casa de la familia Miyawaki e intentó revender el solar como terreno edificable. Surgieron varias ofertas, puesto que el solar está situado en la mejor zona de Setagaya, pero, justo antes de ser vendido, las ofertas eran súbitamente retiradas a consecuencia de las siniestras historias. El jefe de ventas de Terrenos y Construcciones…, el señor M., comentó: «Desde luego conocíamos la reputación del lugar, aunque como la situación era óptima, confiábamos en que, fijando un precio no muy elevado, podríamos venderlo. Lo cierto es que, cuando lo pusimos a la venta, nadie lo compró. Para acabar de agravar la situación, ocurrió el lamentable suicidio de la familia Miyawaki. Estábamos seriamente preocupados».

El solar se vendió finalmente en abril de este año. «No me pregunten», se excusó M., «ni el nombre del comprador ni el precio por el que lo hemos vendido». Se desconocen, por tanto, los detalles, pero fuentes provenientes del sector inmobiliario indican que la empresa Terrenos y Construcciones… ha revendido el terreno a un precio bastante inferior al que ella misma lo había adquirido. «Por supuesto, el cliente está al corriente de las circunstancias. No teníamos intención alguna de engañarlo, se lo hemos explicado todo previamente», afirmó M.

Se intentó entonces descubrir quién había adquirido el terreno, pero, en este punto, nuestra investigación no resultó tan fructífera como cabía esperar. Según el registro municipal, el comprador es la empresa Akasaka Research, con oficina en MinatoKu, dedicada al asesoramiento y la investigación económica. El terreno fue comprado con vistas a la construcción de viviendas para los trabajadores de la empresa. Y, realmente, éstas se construyeron a continuación. Akasaka Research ha resultado ser, sin embargo, una empresa fantasma, y cuando acudimos a su sede en 2-Chome Akasaka, sólo hallamos la placa, Akasaka Research, en la puerta de un apartamento. Llamamos, pero nadie acudió.

VIGILANCIA PERFECTA Y SECRETO ABSOLUTO

La antigua mansión Miyawaki está rodeada por un muro de hormigón mucho más alto que el de las casas contiguas. Una puerta de acero pintada de color negro, grande y de apariencia sólida, impide que se pueda mirar hacia su interior (foto 2). En lo alto de una de las columnas del portal hay instalada una cámara de vídeo para prevenir los robos. Algunos vecinos aseguran que varias veces al día se abre el portón mediante un sistema eléctrico para permitir el acceso o la salida a un Mercedes Benz 500 SEL de color negro con los cristales oscuros. Con todo, ningún vecino ha visto entrar o salir a nadie ni ha oído ruido alguno proveniente del interior de la casa.

Las obras de construcción empezaron el mes de mayo y se llevaron a cabo, de principio a fin, ocultas tras los altos muros. Los vecinos ni siquiera sabían qué tipo de edificio estaba construyéndose. Las obras se efectuaron con una celeridad excepcional, se terminaron en sólo dos meses. El propietario de la casa de comidas a domicilio, que se acercó varias veces al lugar, comentó: «La casa, en sí, no es muy grande. Me pareció una simple caja de hormigón. No era una casa normal donde fuera a vivir una persona cualquiera. Sin embargo, había jardineros trabajando en el terreno, plantando árboles magníficos por todos los rincones. Creo que han invertido mucho dinero en el jardín».

Tras contactar telefónicamente con todas las empresas de jardinería que hay en Tokio y alrededores, una de ellas admitió haber participado en las obras de la antigua mansión Miyawaki, pero negó poseer información alguna sobre el cliente. La empresa de jardinería recibió el encargo directamente del constructor, conocido de la empresa, y éste sólo les entregó una lista de pedidos y el plano del jardín con las indicaciones de que plantaran los árboles especificados.

Según uno de los jardineros, mientras llevaban a cabo los trabajos de jardinería, se encargó a unos poceros la perforación de un profundo pozo. «Levantaron una torre en un rincón del jardín para sacar a la superficie la tierra excavada. Pude verlo bien porque yo estaba plantando un caqui muy cerca de allí. Decían que estaban perforando el mismo pozo que había sido cegado, de modo que el trabajo de perforación no resultaba difícil. Lo que me extrañó es que no hubiera agua. Si el pozo ya estaba seco de buen principio, volver a perforarlo exactamente como antes no era razón para que ahora sí saliera el agua. Tuve una sensación extraña. Como si ahí se ocultara algún secreto».

Por desgracia, ha resultado imposible localizar a los poceros. Pero sí hemos descubierto que el Mercedes Benz que entra y sale de la casa pertenece a una importante empresa de alquiler de coches cuya oficina central se halla en Chiyodaku y que lo ha alquilado, con un contrato de tres años, a una empresa situada en Minatoku. Señalaron que les era del todo imposible facilitar el nombre de la empresa contratante a terceras personas, pero se trata, sin duda alguna, de Akasaka Research. Dicho sea de paso, la supuesta tarifa de alquiler del 500 SEL durante un año se sitúa en torno a los diez millones de yenes. La empresa de alquiler de coches también ofrece servicios de chófer, pero se desconoce si, en concreto, este 500 SEL está alquilado con chófer o sin él.

Durante la investigación, los vecinos se mostraron reacios a hablar de la «mansión de la horca» al periodista responsable de la misma. Cabe suponer que no tienen relación con los habitantes de la casa y es probable que no quieran verse involucrados en el asunto. El señor A., que vive cerca del lugar, señaló: «Las medidas de seguridad son, en efecto, excesivas, pero no tenemos derecho alguno a protestar. Tampoco creo que esto moleste a ningún vecino. Yo, personalmente, lo prefiero a que esté deshabitada y se perpetúe así su siniestra fama».

De todos modos, persisten las incógnitas: ¿Quién ha comprado la mansión? ¿Con qué finalidad la está usando ese tal señor X? El misterio es cada vez más profundo.