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Casi en las lindes de mi reino. ¿Del mundo? En Myvátn, hielo y barro ardiendo. Explotan chorros de lava y caen al agua helada, rocas que se ciñen entre sí, un abrazo interrumpido. La tristeza cubre las cosas, venas azules estrían el cielo gris —un pasadizo hacia aquella luz azul marino, hacia el Norte... El mar se enfurece helado, crestas blancas, un reino de nieve. El Norte es esa luz estremecedora, como en Nyhavn. El mar... negro, blanco, salvaje. El gris rezuma del cielo, intolerable.