Hay veces que has agotado cualquier combinación de palabras con otro ser humano. Es ley de vida. Las amistades y los amores siempre se reciclan.
Comprende que de vez en cuando debes reiniciarte con esa persona. Y no es porque no tengas nada que decirle, sino simplemente porque ya se lo has dicho todo.
No se trata de amontonar palabras. No es cuestión de cantidad, sino de intensidad.
Di lo que necesitas y ama el silencio de lo que no forma parte de ti. No tengas miedo a aceptar los finales y amar los nuevos inicios.