Juega. El mundo no es una clase sino un patio. Jugar es la base de este mundo. Nada es lo suficientemente grave para que tengas que olvidar esto.
Si te tomas el mundo como un lugar complicado, te han vencido. El mundo es el patio más enorme que existe. Juega en él como un niño, ayuda a ese niño a cumplir sus deseos.
No temas nada, no sufras por nada. Y recuerda que mañana puede que no veas a esas otras energías que tanto amas.
No des por sentado que estarán jugando contigo mañana. Despídete como si no existiera un mañana, agradece que existan hoy.