Usa tu humor, esa energía brutal en forma de risa, carcajada, sonrisa y felicidad.
Acepta que a veces la tristeza te invadirá, es parte de la vida. Es felicidad fuera de contexto.
Pero puedes obtener felicidad instantánea de la otra gente. Es como dejar encendidas las luces del coche en pleno día. Todo el mundo por la calle te hará el gesto de «llevas las luces encendidas». Y esa energía, ese saludo con la mano, te dará luz y felicidad. Aprovecha las energías o el buen humor de los otros para rescatarte.
El humor es algo genial con el que nos dotaron para que salgamos del pozo. Aprovechémoslo. Úsalo.