El tiempo no existe, olvídalo. El reloj y los calendarios son armas con las que desean controlarnos. No te dejes colonizar.
Crea tu propia idea del mundo y del tiempo que gira alrededor de él.
Mide tu mundo por emociones sin regirte por un horario fijo. Déjate llevar por la conversación con tu yo interior y que él te cuente qué necesita hacer.
El tiempo se mide en emociones. El tiempo se mide en deseos. El tiempo jamás se mide en minutos, horas y segundos.
El pasado, el presente y el futuro se resumen en un único punto: ese instante en que sentimientos y deseos externos e internos se hacen realidad.